Un estudio de la Universidad de Salamanca publicado recientemente en la revista Science of the Total Environment, ha permitido conocer que la salinidad de las lagunas de Villafáfila (Zamora) procede de la descarga de aguas subterráneas profundas. Estas aguas subterráneas tienen un recorrido de unos 175 kilómetros desde la zona cantábrica hasta Villafáfila, circulando por el gran sistema acuífero de la Cuenca del Duero desde hace más de 20.000 años.
Aunque en buena medida el agua de las lagunas es agua de lluvia, la adición de una pequeña pero continua cantidad de agua salobre y la evaporación durante el verano les confiere un carácter salino.
Estas aguas salinas, tan antiguas y de tan largo recorrido, deberían descargar lentamente en el río Duero, pero el presente estudio ha descubierto la causa de que afloren en la zona de Villafáfila. Una elevación de la base del acuífero (basamento), obliga a las aguas subterráneas a descargar antes de llegar al Duero. Eso va a ser la causa también de que exista el río Salado desde Villarrín de Campos hasta su conexión con el río Valderaduey «haciendo honor a su nombre».
Bajo las lagunas de Villafáfila existe una salmuera de aguas con una concentración ligeramente inferior a la del mar. Esta salmuera se explotó desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media y fue una de las principales fuentes de sal del Oeste Castellano.