David Llorente (Palazuelos de Eresma, 1996) es orgullo de su pueblo y de Segovia entera. Campeón mundial en 2019 en K1 por equipos en La Seu d’ Urgell y subcampeón individual, cuenta en su haber con una medalla de plata en el mundial sub 23 en 2015 y un décimo puesto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, entre otros galardones individuales y colectivos.
«Ni de coña (sic) pensaba que iba a llegar hasta donde lo he hecho cuando empezaba», cuenta Llorente a segoviaudaz.es en una pausa de su exigente plan de entrenamientos en la Seu d’ Urgell (Lleida), su segundo hogar desde que aterrizara allí con tan solo quince años. «Estar tan lejos de casa desde tan pequeño te hace luchar con más intensidad que si lo tuvieras todo al lado», sostiene David Llorente, primer castellano y leonés en aparecer por el Parque Olímpico del Segre , ideado para los Juegos de Barcelona.
Las Escuelas deportivas, el principio de todo
El primer recuerdo que tiene Llorente con el piragüismo le retrotrae a su pueblo, Palazuelos de Eresma, en las Escuelas Deportivas y con sus amigos. Hasta los doce años no se atreve a navegar por el Río Eresma y en poco tiempo decide que su sueño es dedicarse a ese deporte «con tanta descarga de adrenalina» pese a no tener ningún antecedente familiar que lo motive.
La trayectoria deportiva de Llorente toma impulso en 2014 con participaciones internacionales en competiciones junior con un decimocuarto puesto en el mundial y una séptima plaza en el europeo. El impulso, exponencial, llega en 2015 con la medalla de plata en el mundial sub 23, una presea «que me hizo soñar con la posibilidad de alcanzar alguna vez los Juegos Olímpicos», recuerda. El objetivo, ambicioso, porque solo clasifica uno por país y modalidad, está a punto de verse truncado en el mismo 2015 cuando una lesión en el hombro aparta a David de los entrenamientos durante ocho largos meses. De aquel percance, una máxima: «Las cosas malas las voy olvidando y me quedo con lo bueno».
La incertidumbre de Tokio
El subcampeonato mundial en 2019 otorga plaza a Llorente para los Juegos de Tokio que la pandemia posterga al 2021. «Fueron tiempos de incertidumbre, pero era algo que yo no podía controlar así que opté por concentrarme en lo mío y llevarlo lo mejor posible», asegura Llorente.
Con el billete confirmado para Tokio no sin cierto suspense, Llorente afronta la prueba de Slalom ante los mejores especialistas del mundo. «Las clasificatorias me cuestan mucho», apunta el palista segoviano. «De veinticuatro participantes se clasifican veinte y cuando no tengo nada que ganar y mucho que perder me cuesta mucho dar mi nivel», explica. «Me siento mejor en una final que en las clasificatorias», apostilla.
Un décimo puesto y ganas de repetir
«Mi objetivo era llegar a la final olímpica y lo logré», sostiene Llorente. «Una vez ahí y por un detalle no acabé quinto – lo que hubiera supuesto un diploma olímpico – por lo que me dio rabia, pero en ningún caso lo considero un fracaso», explica. «Podía haber salido conservador y acabar quinto o sexto, pero fui a ganar y no me arrepiento»; «Este deporte tiene muchas variables y quedar décimo no significa que lo hayas hecho mal y no cambio el hecho de arriesgar para pelear la medalla y quedar décimo», insiste el segoviano. «La experiencia de los Juegos es inigualable y espero tener la posibilidad de repetir», apostilla un David Llorente al que la presión no le amilana. «Me dijeron que en el pueblo iban a poner una pantalla gigante para verme en los Juegos y pensé: «anda que si no me clasifico para la final»», bromea.
El foco de los Juegos Olímpicos no trae consigo – de momento – el maná de los contratos publicitarios para un deportista como David Llorente, algo que el segoviano «tampoco descarta». «Sí que es verdad que tengo algún patrocinador nuevo, pero los Juegos no han traído muchos sponsors, y eso que creo que el piragüismo tiene muchos seguidores y podría funcionar», expone.
David Llorente acude a Tokio acompañado por otro segoviano, Javier Guerra, participante en la Maratón. «Dos olímpicos para una provincia como la de Segovia es algo increíble; el deporte segoviano es grande y como somos pocos la sensación de pertenencia es mayor, porque en ciudades como Madrid, por ejemplo, se diluye todo un poco», explica.
Llegar a le élite y mantenerse
Con la clasificación en el bolsillo para los europeos – finales de mayo de 2022 – y mundiales de K1 Xtrem – agosto – Llorente también tiene previsto acudir a tres pruebas de la Copa del Mundo. Además, tiene en su mano participar en las mismas citas pero en la modalidad de Slalom para lo que habrá de clasificarse en el mes de mayo. «Estoy expectante por ver cómo sale la competición, me siento preparado», reflexiona el segoviano.
«El invierno ha sido duro y no hemos podido movernos cuando habitualmente nos marchábamos a otros lugares más cálidos», lamenta Llorente. «Pasas meses en los que entrenas muy fuerte, sales del agua tiritando de frío con dolor de manos y pies, pero luego merece la pena porque te pasas el verano compitiendo por todo el mundo», explica.
¿El futuro?
David Llorente ya tiene en la familia quien le siga sus pasos en el mundo del piragüismo. Su hermano Sergio es toda una promesa emergente y ya tiene experiencia en competiciones en el ámbito nacional y europeo.
En cuanto a su futuro más allá de la competición, el palista no tiene claro si seguirá ligado o no al piragüismo. «No tengo ni idea de lo que haré porque mi futuro depende de muchas variables y de aspectos que no puedo controlar», cuenta. «Paleo y disfruto cada día e intento aprovechar cada oportunidad que se me presenta», concluye David Llorente.
Texto: Javier de Andrés