El piragüista de Palazuelos de Eresma, David Llorente es un joven feliz. Hace unos días, y a sus 22 años, se proclamaba campeón del Mundo por equipos en Slalom y subcampeón del Mundo en categoría individual absoluta en K1, logros por los que esta mañana era recibido y felicitado, medalla de plata al cuello, por todos los miembros de la Corporación Provincial, encabezada por el presidente, Miguel Ángel de Vicente.

El patio de columnas del Palacio Provincial, en el que también se daban cita varios alumnos del CEIP Domingo de Soto, quienes sorprendían a Llorente con pancartas de felicitación, era el escenario elegido por la institución provincial para dar la enhorabuena al piragüista y hacerle entrega de una licorera de la Fábrica de Cristales de La Granja en reconocimiento a su éxito. De Vicente bromeaba con el hecho de que “no parece muy apropiado regalarle esto a un deportista, pero es un regalo de futuro, para que dentro de unos años brinde por todos los éxitos que va a seguir consiguiendo a partir de ahora”.

El más inmediato, y el objetivo en el que David Llorente tiene puestas todas sus esperanzas es el de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, para el que la Real Federación Española de Piragüismo deberá decidir si otorgar al segoviano la plaza o a su compañero Joan Crespo, bronce en el Mundial. A esos Juegos se referían tanto Miguel Ángel de Vicente como el propio David Llorente, esperando que tras su celebración se pueda ver al piragüista de vuelta en una recepción en la Diputación. “Me estoy acostumbrando a que cada vez que tengo vacaciones y vuelvo a casa, me encuentro con un recibimiento, así que ojalá dentro de unos meses pueda volver”, señalaba el piragüista después de ver de nuevo en una pantalla de televisión la bajada que le aupó al segundo cajón del podio mundial.

Para el presidente de la institución provincial, el día de hoy era “de orgullo y mucha satisfacción”, al igual que lo fue el pasado 29 de septiembre, cuando Llorente alcanzó el subcampeonato en La Seu D’Urgell. De Vicente recordaba cómo siendo diputado de Deportes había acompañado al piragüista “muchos años en las competiciones de las Escuelas Deportivas” y cómo, en cierta medida, las becas a deportistas de la Diputación que hoy día reparten más de 20.000 euros entre atletas de la provincia, se instauraron, en gran medida para ayudar al piragüista y a su familia en su práctica deportiva. “Posibilitaste que muchos se estén beneficiando de esa pequeña ayuda”, señalaba De Vicente, al mismo tiempo que le deseaba suerte en sus próximos objetivos y le reconocía como “el máximo referente, posiblemente, del deporte de la provincia que podamos tener en mucho tiempo”.
Agradecido, David Llorente, para quien aquellos días en las Escuelas Deportivas propiciaron el interés y la pasión suficientes para continuar creciendo en este deporte, recordaba las palabras de uno de sus entrenadores, quien le enseñó que “la suerte es proporcional al sudor”, y prometía “hacer todo lo posible para estar en esos Juegos y, una vez allí, sudar mucho para que la suerte esté de mi lado y poder tener un nuevo recibimiento como éste al volver a casa”.

Para finalizar, y antes de proceder a una foto para la que posaban junto a David Llorente los diputados provinciales, los escolares y la familia, Miguel Ángel de Vicente hacía hincapié en cómo este nuevo éxito del piragüista es “un retorno de la inversión pública” y, dirigiéndose a los niños presentes, matizaba: “a veces llegáis al éxito y otras nos sentimos muy satisfechos con haber contribuido a formaros; ofreciendo una educación que os enseña los valores del deporte y ayuda a que seáis buenas y grandes personas en el futuro”.