Los trabajos comenzarán el lunes 21 de febrero y se prolongarán por un tiempo estimado de unos cinco días. Se prohibirá la circulación y el aparcamiento en la calle de San Antón desde el cruce con la calle María de Pablos hasta su confluencia con la calle Blanca de Silos, además del paso peatonal en horario de 8:00 a 16:00 horas.
El Ayuntamiento ejecutará de forma subsidiaria la demolición de parte de los muros de la última planta que presentan un riesgo de caída de cascotes sobre la vía pública.
Un tramo de la calle de San Antón, en el barrio de Santa Eulalia, quedará cerrado al tráfico la próxima semana, con limitaciones además al paso peatonal, para permitir nuevas obras de emergencia en los restos del Palacio de Buitrago, uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura noble de finales del siglo XV y principios del XVI de la capital.
En concreto, el corte afectará a un tramo de la calle de San Antón desde el cruce con la calle María de Pablos Cerezo hasta su confluencia con la calle Blanca de Silos. Las obras de emergencia en el edificio arrancarán el lunes 21 de febrero, con la previsión de que finalicen en un plazo de cinco días. En este tiempo estará prohibido la circulación y el aparcamiento de vehículos en ese tramo durante el transcurso de las obras, permitiéndose el acceso a los garajes bajo la supervisión del personal de obras. El paso peatonal igualmente estará prohibido en horario de 8:00 a 16:00 horas por el riesgo durante la ejecución de los trabajos. El acceso a los portales de las viviendas existentes en este tramo de calle se regulará con vallado.
Las obras consisten en la demolición de parte de los muros de la planta superior que se corresponden a un recrecido del siglo XX que presenta riesgo de caída de cascotes sobre la vía pública. Ante la urgencia de la intervención, la Concejalía de Urbanismo y Patrimonio Histórico ha recabado la autorización de la Junta de Castilla y León a través de un decreto del delegado territorial de la administración regional en Segovia.
El Ayuntamiento de Segovia ha actuado en varias ocasiones para conservar los restos del edificio e impedir posibles riesgos de desplome ante la negativa del propietario del inmueble a cumplir los mandatos y órdenes para su conservación.
Con la cautela que siempre exige cualquier intervención en un edificio histórico a conservar, el Ayuntamiento ha realizado diferentes obras de emergenciacon ejecución subsidiaria, como de apuntalamiento y sujeción de los muros perimetrales con estructuras metálicas, la retirada de restos de vigas de la cubierta y la demolición de muros con riesgo de caída de la planta superior.