El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León confirma la sentencia por agresión y abuso sexual de un padre contra sus dos hijas menores de edad en Sepúlveda (Segovia).
La Audiencia Provincial de Segovia dictó sentencia, contra la que se presentó recurso de apelación, el pasado 21 de Julio de 2.021. En dicha sentencia, se consideró probado que el acusado Ezequias, de nacionalidad marroquí, mayor de edad y sin antecedentes penales, cometió los hechos.
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ratifica la sentencia de la Audiencia Provincial de Segovia de sendas condenas de prisión, de un total de 13 años, a un padre por abuso y agresión sexual a sus dos hijas menores de edad, a las que tendrá que indemnizar económicamente con 60.000 y 3.000 euros, respectivamente.
Secuencia de los hechos
La sentencia relata, textualmente, que «una mañana de septiembre de 2012, cuando su hija Joaquina, de 12 años de edad se disponía a ducharse aprovechando que su mujer no se encontraba en casa por razones de trabajo, el acusado, con ánimo libidinoso y para satisfacción de sus deseos sexuales, mandó a sus hermanos a la calle y una vez solo se dirigió a la ducha y entró hallando a su hija completamente desnuda. Le dijo que la iba a enjabonar, que no pasaba nada porque era su padre. La menor manifestó su negativa en varias ocasiones y se tapó con una toalla. Su padre abrió la mampara, le quitó la toalla e insistió de nuevo. Ella se giró por vergüenza, diciéndole su padre «gírate, ya te he visto desnuda», cogió la esponja y empezó a enjabonarla por la espalda, en un momento tiró la esponja y empezó a tocarle los pechos, luego siguió enjabonándola. La menor cada vez más asustada le decía que tenía que irse porque tenía cosas que hacer y se movía para tratar de evitar que su padre la siguiera tocando. La menor estaba cada vez más asustada, le dijo a su padre que tenía que irse porque tenía cosas que hacer, y pudo abandonar el baño y marcharse a su habitación. Transcurrido poco tiempo, su padre se presento en la habitación diciéndole «no digas nada a nadie», dándole 2 euros que menor rechazó, dejándolos su padre encima de la cama.
Y no quedó ahí
En el verano de 2013, continúa, «una mañana, aprovechando igualmente que la madre se encontraba trabajando el acusado mandó a los otros hermanos a la calle a jugar y llamó a Joaquina al salón. Cuando llegó le dijo que le diera un abrazo, ella se negó, él la cogió del brazo y empezó a restregarse contra su cuerpo sin que ella lograra apartarse puesto que la agarraba con fuerza. En ese momento se dio cuenta de que su padre tenía una erección, el acusado se bajó los pantalones y los calzoncillos, y le dijo «¿sabes que es esto?», cogiéndola de las manos la obligó a tocarlo, llegando a pegar su pene a los genitales de Joaquina, le besó en la boca, le tocó los pechos por debajo de la camiseta. En un momento dado se escucharon ruidos de llaves, y su padre le dijo que se fuera, mientras le advertía «no se lo cuentes a nadie, que es cosa de padres».
A partir de ese momento, «el acusado realizó conductas similares en ocasiones posteriores».
Las dos hermanas menores de edad
La hija pequeña le contó a su madre en 2014 la situación que estaba viviendo con su madre, razón por la que el hombre dejó de vivir en el domicilio familiar y los padres iniciaron los trámites de divorcio. Años más tarde, tras una fuerte discusión con su madre, la hija mayor acabó confesándole que su padre le había hecho lo mismo que a su hermana años atrás y que “había sido peor”, según recoge el auto.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León confirma la sentencia de la Aud