El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado a Sacyl a indemnizar a unos padres por el fallecimiento de su bebé a raíz de una defectuosa asistencia sanitaria en el Hospital General de Segovia.
La madre, de 35 años, acudió al Hospital General de Segovia el día 1 de septiembre de 2019, embarazada de 40 semanas. Tenía contracciones regulares cada 10 minutos, quedando ingresada, debido a la distancia del hospital y su domicilio.
Mala praxis
Dos circunstancias, según recoge la sentencia, acreditarían la mala praxis en la asistencia.
Por un lado, teniendo en cuenta que la velocidad de dilatación de una primípara es de 1.2 centímetros por hora, y que la paciente tan solo había dilatado un centímetro en seis horas, era obvio que la dilatación estaba estancada, ya que a las 22.40 horas estaba entre tres y cuatro centímetros, y cuando se realizó la cesárea, sobre las 04:45 horas, estaba entre cuatro y cinco.
Además, sobre las 03:15 horas, la cabeza estaba arriba del todo, lo que significa que ni se había movido ni descendía. Por ello reconoce que existía una situación de peligro porque el parto no evolucionaba.
Por otro lado, se establece que desde las 00:58 horas se produjo de manera constante y sostenida bradicardias y deceleraciones, que se mantuvieron en el tiempo, situación alarmante que aconseja comprobar el bienestar fetal en algún momento, lo que no se hizo sino hasta las 04:45 horas.
Según señala la sentencia, no es cierto que hubiese una pérdida de oportunidad, según quería hacer ver a aseguradora, sino que, «hubo una actuación médica que dio lugar a un resultado dañoso antijurídico que hubiese podido evitarse».