A partir del 1 de febrero comienzan los trabajos para restaurar de forma integral la capilla de Santiago Apóstol que se prolongarán durante siete meses, con previsión de que esté finalizada en agosto. Situada en la nave de la epístola, este espacio es un claro exponente de la riqueza artística, histórica y religiosa de la Catedral, adquirida por Francisco Gutiérrez de Cuéllar, contador de Felipe II y caballero de la Orden de Santiago, y su mujer, Tomé Bernardo de Quirós, en 1527.

La capilla presenta daños ocasionados por filtraciones de agua de la cubierta, solventadas con la intervención en los tejados de las capillas hornacinas en 2016. Los efectos que tuvieron las humedades son especialmente visibles en la bóveda que muestra pérdidas de la decoración pictórica en los plementos cercanos al lado meridional del templo. Los trabajos comenzarán, precisamente, en las pinturas murales, bóveda y paramentos a través de la limpieza superficial, consolidación y fijación de los diferentes sustratos y la reintegración cromática de la decoración pictórica.

En el retablo, obra de Pedro de Bolduque y datado en 1591, se ejecutará un tratamiento de conservación y restauración para actuar sobre las quemaduras en la parte baja, suciedad superficial y oxidación de barnices. Para devolver al conjunto su integridad estructural y estética, se consolidará el soporte, la limpieza de los estratos dorados y policromías y la reintegración cromática de los estratos pictóricos.

La reja que cierra la capilla fue forjada en 1594 por Juan de Salamanca y está compuesta por dos cuerpos y un sólido remate. Con el paso del tiempo se ha oscurecido el conjunto por el polvo acumulado y la oxidación de los barnices aplicados. La actuación en la reja se iniciará en el mes de abril a través de la limpieza, tratamiento de focos de corrosión y la protección de los metales, estratos de dorados y policromías.

Esta intervención integral en la capilla de Santiago Apóstol será documentada con todos los medios tecnológicos al alcance y su desarrollo se podrá seguir a través de las redes sociales de la Catedral en diferentes formatos.

Cripta de la Catedral

Una puerta situada a la derecha del retablo en la capilla de Santiago Apóstol da acceso a la cripta de la Catedral de Segovia. Construida bajo la dirección de Pedro de Brizuela en 1589 por los canteros Rodrigo del Solar y Juan de Gorgoza, la escalera conduce a dos estancias bajo el subsuelo del templo. La más pequeña y estrecha destaca con una bóveda decorada con ángeles portando los atributos de la Pasión de Cristo y, en la pared frontal, un Cristo crucificado con Santiago a su izquierda y otro personaje totalmente borrado a la derecha. Todo ello pintado en grisalla.

La segunda sala es la de mayor dimensión y fue diseñada como panteón familiar para Francisco Gutiérrez de Cuéllar. Se ilumina por dos tragaluces que se abren al claustro y, actualmente, se conserva la losa de granito de la sepultura y otra sobre el muro oriental que actúa como retablo y en la que se representa, con numerosas pérdidas de la policromía, una imagen de Nuestra Señora de la Antigua.

En la bóveda de esta sala principal de la cripta aún se pueden observar restos pictóricos de un sol y el nombre de Jesús sobre la losa, un escudo de armas del fundador de la capilla en la parte posterior de la sala y una inscripción que rodea el espacio.

Debido a la humedad procedente del claustro y del propio subsuelo del templo, la conservación de las pinturas murales se ha visto comprometida, especialmente en la sala de mayor tamaño, unido a las sucesivas capas de encalado aplicadas que han tapado la decoración original. La pintura de la losa de granito ha desaparecido en su mayor parte quedando visible de forma más nítida el rostro y cuerpo del Niño Jesús.

El proceso de restauración se realizará de forma simultánea con el de la capilla y comenzará con la toma de muestras para el estudio de los materiales y su análisis en laboratorio que determine el tratamiento correcto. Posteriormente, se consolidarán los sustratos y rellenarán las múltiples pérdidas de soporte en los dos espacios para dar paso a la reintegración cromática con materiales reversibles y métodos discernibles.