Coag Castilla y León denunció hoy que la industria láctea sigue recortando precios a los ganaderos a pesar de que ha aumentado el consumo de leche y se mantienen los precios finalistas a los consumidores. Según datos del Ministerio de Agricultura, del 9 al 15 de marzo, cuando comenzó el estado de alarma, el consumo de leche creció un 49,9 por ciento en relación a la misma semana de 2019 y lo mismo sucedió en semanas posteriores, especialmente del 23 al 29 de marzo, cuando se compró un 64 por ciento más de leche que durante la misma semana de 2019.
Según detallan en un comunicado recogido por Ical, en las primeras semanas algunas firmas tuvieron que multiplicar por cinco su flota de transporte para atender la demanda, y el crecimiento se sostuvo durante las siguientes semanas. De acuerdo con el Índice de Precios en Origen y Destino que elabora Coag, los precios para el consumidor se mantuvieron perfectamente estables.
Según apuntan, empresas como Celta han impuesto una bajada de tres euros por tonelada, lo que supondrá un ajuste de 1.500 euros anuales a las explotaciones medias, algo que ha desatado la “indignación” de Coag, ya que a su juicio “la medida no cuenta como un mínimo apoyo lógico”, sobre todo ya que “el sector lácteo acumula una triste trayectoria de precios deprimidos que no cubren los costes de producción”.
Así, subrayan que se se está produciendo una “inmensa ingratitud con el sector agropecuario, que encerró los tractores sobre los que se manifestaba para centrarse en ayudar a la sociedad durante la pandemia, y que pensó que la administración se sensibilizaría con sus históricas y justas reivindicaciones, pero que el tiempo va tildando de infundadas tales esperanzas”.
El sindicato denuncia que , además, “algunas de estas empresas que recortan sin escrúpulos los precios a los ganaderos, hundiéndolos más en su irremisible ruina, pueden ser beneficiarias de las ayudas en forma de avales, que la Junta de Castilla y León ha instrumentalizado para ayudar al sector”.