Dos personas están siendo investigadas por Agentes de la Guardia Civil de Segovia, por la caza furtiva de un corzo, al interceptar en el interior de su vehículo una cabeza fresca de este animal junto a diverso material de caza, entre el que se encontraba un rifle, prismáticos, visor térmico y otros útiles de caza. Los agentes intervinieron de manera cautelar los efectos hallados y formularon las denuncias administrativas.
Posteriormente, reconocieron el coto, donde encontraron el cuerpo de corzo decapitado y fresco en un lugar de difícil acceso qué, según unas primeras observaciones, podría haber sido abatido de un disparo. Por estos hechos se realizó un informe genético por los servicios de criminalística de la Guardia Cvil, que determinaron que ambas partes del espécimen pertenecían al mismo animal.
Asimismo, se efectuó un informe anatomopatológico por parte de los servicios de la Junta de Castilla y León, que determinó que el animal había muerto como consecuencia de un disparo, y que en el interior de este existían restos metálicos y restos plásticos. Realizadas las actuaciones con el servicio de intervención de armas de la Guardia Civil, se pudo determinar que las trazas halladas en el interior del cuerpo del animal eran de características similares a la cartuchería metálica comprada días antes por uno de los ocupantes del vehículo.
Como fruto de estas actuaciones, el pasado mes de noviembre, se procedió a investigar a los ocupantes del vehículo, en el marco de la operación Corzux, por su participación en la caza furtiva de un corzo, por un supuesto delito contra la Flora y la Fauna (cazar en época de veda) y un delito de daños, ya que la titularidad del coto se personó como parte perjudicada por dicha acción.
Los efectos intervenidos quedaron a disposición de las autoridades competentes y las diligencias practicadas han sido remitidas a los órganos judiciales competentes sobre el procedimiento.