Castilla y León ha registrado a lo largo de la ‘nueva normalidad’ 23 brotes de SARS-CoV-2 con al menos 250 personas contagiadas. De ellos, 16 brotes están abiertos y dos se han sumado durante el fin de semana. Se trata de uno registrado en Salamanca, que corresponde a un grupo de amigos, con seis positivos y 17 contactos en estudio, y otro en la localidad zamorana de Manganeses de la Polvorosa, con cuatro casos, todos familiares, de los que el ‘índice’ procede de Zaragoza. Tal y como explicó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, son los dos únicos brotes abiertos que se contabilizan en ambas provincias, donde además ha otros “de escasa incidencia”. Además, Ávila es la única provincia limpia de brotes.
Así, Burgos suma ocho brotes desde el 21 de junio, cuatro de ellos activos, según Casado: en Miranda de Ebro (en una empresa, con diez casos, y estable en los últimos días); otro en Aranda de Duero, de origen familiar-laboral, con 11 positivos y que sigue con el estudio de contactos; y en Burgos capital, en un centro institucionalizado, con dos casos, sin ninguno nuevo en los últimos días; y un brote familiar vinculado a la hostelería, con seis casos.
En Soria, Sanidad continúa con los rastreos vinculados al Hogar de Socialización de Cruz Roja, con un total de 16 positivos y 18 contactos en seguimiento; y otro en una instalación ganadera, con 24 positivos, de los cuales tres son trabajadores y el resto familiares. Además, hay 45 contactos en seguimiento. Igualmente, se registran varios brotes de “menor magnitud, de carácter familiar y social, en los que Sanidad realiza seguimiento” en esta provincias. Junto a estos dos brotes, desde el inicio de la nueva normalidad, en esta provincia se registró otro brote y dos más que en un principio fueron calificados como tal, pero luego se quedaron en casos aislados. Así, en Soria capital, el 8 de julio, tras un encuentro de familias, un menor presentó síntomas. Tras las pruebas a las personas con las que convivió, se detectaron dos niños más positivos, que al final presentaban anticuerpos y ya habían pasado la enfermedad y no se declaró brote.
Igualmente, el 10 de julio, una menor que participaba en un campamento de Salduero dio positivo. El brote se cerró con 12 casos: diez menores, de entre siete y 13 años, y dos adultos, ambos de 21 años. Además, el pasado día 17, todos los niños y responsables de un campus organizado por la Federación Española de Balonmano fueron sometidos a las pruebas, después de que uno de los monitores, que había fallecido, diera positivo al practicársele la autopsia. No se consideró brote, puesto que el resto de participantes del campus dio negativo.
En León están abiertos tres brotes desde la semana pasada, pero sin nuevos casos. Los focos se encuentran en Villoria de Órbigo; en Corullón, cuyo fue una comida familiar celebrada en el País Vasco; y La Vecilla.
En Segovia se mantiene abierto pero estable un brote en la localidad de Chañe, en una empresa, con nueve casos y 29 contactos; y en Palencia no hay “ningún brote relevante, pero sí dos que son familiares, de muy escasa incidencia”. En esta provincia, además, el 9 de julio una niña de la Escuela Infantil Cres Sanz diera positivo, lo que obligó a cerrar las instalaciones y someter a las pruebas PCR a otros 17 niños y nueve adultos trabajadores del centro. No se consideró brote, ya que todos dieron negativo.
En Valladolid, el brote que más preocupa aún es el declarado en un matadero de aves en Íscar (Valladolid), que suma en estos momentos 59 positivos y 91 contactos en estudio, es decir, 17 y 47 más, respectivamente, que el pasado viernes, lo que obligó a la Junta a solicitar una autorización judicial para el confinamiento de esta población, junto a la cercana Pedrajas de San Esteban, ya aprobada por el juez. Sin embargo, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, explicó que existe “un menor aumento de casos en los últimos días”.
En la provincia vallisoletana, además, hay otro brote abierto, pero “estable”, que se originó en una empresa en la capital con siete casos. Y el del barrio de las Delicias ya no se encuentra “activo” y se están realizando pruebas a los positivos aún confinados para ver si se puede levantar ese estatus. Se trata de un brote declarado el 13 de julio vinculado a un grupo de trabajadores de una empresa hortícola. Los afectados forman parte de entornos familiares y mixtos y se sitúan en un rango de entre los dos y los 55 años. La labor de rastreo se extendió a la la provincia de Segovia, a la localidad de Chatún (Segovia), donde se desplazaban a trabajar varios de los positivos. En esta zona no hubo ningún contagio. Igualmente, el de La Cistérniga está estable, “sin nuevos casos”, a los que se suman “otros brotes de carácter familiar y social con un número pequeño con entre tres y seis casos”.
El primer brote en la provincia de Valladolid se declaró en el Hospital Universitario Río Hortega, el 15 de junio, al detectarse un caso de COVID-19 en una paciente de una planta ‘no Covid’, que había dado negativo en todas la pruebas anteriores realizadas durante su ingreso. El brote se cerró con 38 positivos: 20 profesionales, ocho pacientes y otras diez personas con las que los contagiados estuvieron en contacto.