Valladolid y Segovia se sumaron a la convocatoria de la plataforma No a la caza (NAC), de la que forman parte más de 200 protectoras, asociaciones y partidos políticos, para reclamar el fin de la actividad cinegética y que no se utilicen perros para las cacerías.
La cita, que cumple una década, se convoca en el mes de febrero, cuando termina la caza con galgo y a miles de ejemplares se les abandona o se les mata. NAC reivindica la creación de una ley estatal que proteja a esos animales considerados de trabajo, “meras herramientas sin derechos ni protección”.
Según la fundación Affinity, en 2019 se rescataron por las protectoras 183.100 perros, el 70 por ciento de ellos de caza y se calcula que más de 128.000 procedentes de caza son abandonados cada año.
El objetivo de las concentraciones convocadas inicialmente en más de un treintena de ciudades españolas y que finalmente se celebró en unas 17 (en León y en Burgos la cita fue cancelada) es visibilizar y denunciar “las negativas consecuencias de la caza como el maltrato que conlleva para los galgos, podencos y otras razas de perros”, resume NAC.