Castilla y León registra un 50 por ciento menos de fallecidos en carreteras durante el mes de julio con respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos aportados por la Dirección General de Tráfico.

Esta bajada considerable de la mortalidad en las carreteras de la comunidad corresponde a la caída de la movilidad, principalmente en los desplazamientos de largo recorrido en más de un 25 por ciento con respecto a julio de 2019.

La pandemia ha cambiado los hábitos y comportamientos diarios de las personas y quizás también la conducción. La Dirección General de Tráfico ya alertó sobre el exceso de velocidad que se estaba produciendo en las carreteras y avanzó en la presentación de la campaña de concienciación del verano como las ansias de libertad, el querer llegar antes a los lugares de destino o las simples ganas de vivir, después de meses de confinamiento podrían tener un efecto perverso en la siniestralidad vial.

Este viernes ha arrancado la la segunda operación especial de tráfico del verano. Este año, por la situación sanitaria y la incertidumbre ante la evolución que pueda tener la pandemia con efecto directo en la movilidad, es difícil hacer una previsión concreta de desplazamientos.