La Junta de Castilla y León ha pedido al Gobierno que se extremen las medidas de higiene y seguridad en la movilidad, en concreto en el AVE a Madrid, por la cercanía con la comunidad vecina y para evitar que se repita la situación de meses anteriores y su impacto en algunas provincias, ya que considera que en este momento no es así.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, expresaron la preocupación por la movilidad y señalaron que así se lo han trasladado al ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Los consejeros de Sanidad de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid mantuvieron ayer por la tarde una reunión con el ministro para poner en común las medidas y actuaciones de cada uno de sus gobiernos y coordinar actuaciones, si bien Casado afirmó que no se solicitó el confinamiento de mayor ante la incidencia acumulada de contagios.
La titular de Sanidad manifestó que “no están cómodos” con la situación epidemiológica, aunque desigual de España, no únicamente con la de Madrid como territorio vecino y por el impacto que puede tener en algunas de las provincias de la Comunidad, como ya ocurrió en Ávila, Salamanca, Segovia y Soria en los primeros meses de la pandemia.
Tras manifestar que Madrid tomará sus decisiones, Casado apuntó que el AVE “va cada vez más lleno, con todas las plazas cubiertas, y da la impresión de que no se cumplen todas las medidas.
Por su parte, Igea rechazó entrar en “polémicas públicas” con otros dirigentes en relación a valorar las palabras del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, cuando ha calificado de “bomba vírica” la situación epidemiológica de Madrid, convencido de que todos trabajan con “lealtad y responsabilidad”.
No obstante, el vicepresidente sostuvo que las medidas restrictivas aprobadas en Castilla y León, en este momento en las ciudades de Salamanca y Valladolid, resultan eficaces y se pueden aplicar en todos los sitios.