Miguel de Cervantes, Antonio Machado, Gustavo Adolfo Bécquer, Santa Teresa de Jesús, Miguel de Unamuno, José Zorrilla, San Juan de la Cruz… Todos ellos son nombres imborrables de la literatura universal, cuyas huellas aún perduran en diferentes localidades de Castilla y León donde pasaron sus días o pusieron negro sobre blanco algunas de las obras más importantes escritas en castellano, desde ‘El Quijote’ a ‘La tía Tula’, pasando por ‘Campos de Castilla’, ‘Cartas desde mi celda’ o ‘El libro de la vida’ . La lista es inmensa y varios de los escenarios que contemplaron el nacimiento o la efervescencia creativa de todos ellos perviven hoy, muchos siglos después y en diferentes estados de conservación, como casas museo o con diversas formas en varias provincias de la Comunidad.
La mística reposa en Ávila
La mística quedará inmemorialmente ligada a la provincia de Ávila tras el nacimiento allí, en la primera mitad del siglo XVI, de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, compañeros de fatigas religiosas y literarias, y autores contra viento y marea de las obras cumbre de la mística experimental cristiana.
Una casa señorial ubicada en el actual número 2 de la plaza de la Santa vio nacer, el 28 de marzo de 1515, a Teresa de Cepeda y Ahumada, la fundadora de las carmelitas descalzas y doctora de la Iglesia católica. Cuando ella contaba con 26 años y ya llevaba más de un lustro recluida en el Convento de la Encarnación, el fallecimiento de su padre, Alonso Sánchez de Cepeda, marcó el inicio del deterioro del edificio natal, que acabó convertido en ruinas décadas después.
Así, en la tercera década del siglo XVII, cuando los carmelitas descalzos decidieron honrar su memoria recuperando el lugar, encontraron un solar arrasado donde, con soporte financiero del conde duque de Olivares, decidieron levantar la Iglesia de la Santa y el Convento de las Carmelitas Descalzas que aún hoy perdura. De esa forma, le encomendaron al arquitecto abulense y carmelita Fray Alonso de San José dar forma al edificio, cuya construcción concluyó en 1636.
En su interior, en la cripta de la Iglesia, permanece abierta al público la Casa Natal de Santa Teresa, el visitante puede evocar su infancia con el jardín donde jugaba, o su madurez espiritual con la reproducción de la celda de San José donde escribió buena parte de su obra. Algunas de sus obras, el dormitorio donde ella nació, así como piezas pictóricas, estampas, filatelia o numismática que recuerdan a la Santa, pueden admirarse en su interior, junto con obras como la talla dedicada a la mística por Gregorio Fernández, de quien también se incluye una réplica del grupo escultórico el Cristo atado a la columna y Santa Teresa de Jesús.
También en Ávila, más concretamente en el municipio de Fontiveros, nació en 1542 Juan de Yepes Álvarez, más conocido como San Juan de la Cruz, reformador de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo y cofundador de la Orden de los Carmelitas Descalzos con Santa Teresa de Jesús. El espacio original de su casa natal lo ocupa, desde 1873, la Iglesia de San Juan de la Cruz. La primera capilla se edificó hacia 1673, perteneciendo al colindante conjunto monacal, y el retablo es de estilo barroco y está presidido por una talla de Gregorio Fernández, además de contar con una figura del propio Santo catalogada como un auténtico retrato del místico. Desde finales de 2011, la localidad cuenta además con el Centro Integral ‘Llama de amor viva’, un espacio multidisciplinar diseñado por el arquitecto José Manuel Sanz y ubicado en el antiguo solar de la fábrica de harinas de Fontiveros, y a las afueras del pueblo se encuentra la laguna donde supuestamente el Santo cayó al agua y fue sostenido por la Virgen hasta que le sacaron del agua.
La casa del rector
En pleno corazón de Salamanca, en la calle Libreros, se alza desde mediados del siglo XVIII la Casa del Rector, un edificio que la Universidad de Salamanca le pidió diseñar al arquitecto Andrés García de Quiñones (creador también de la Casa Consistorial en la Plaza Mayor de la ciudad), donde vivió el bilbaíno Miguel de Unamuno desde su primer nombramiento como rector, en el año 1900, hasta su primer cese en 1914.
Unamuno llevaba viviendo a orillas del Tormes desde 1891, cuando obtuvo su plaza de catedrático de lengua griega en la Usal, pero con su nombramiento como rector pasó a ocupar las dependencias reservadas históricamente al máximo representante universitario, ubicadas junto al edificio antiguo de la Universidad, en una vivienda de dos plantas y estilo barroco, con un espléndido Salón Oficial en la planta baja y espacio suficiente en la primera para vivienda y despachos.
Fue en ese segundo piso de la vivienda donde Unamuno escribió sus poemas y buena parte de sus novelas. Este centro supone un enclave esencial para entender las múltiples facetas del escritor bilbaíno, pero sobre todo una que no siempre aparece en los libros: su faceta más humana. La mesa de su escritorio aún conserva las plumas que el mismo creaba a partir de cañas o las pajaritas de papel con las que entretenía a sus nueve hijos. También alberga recuerdos personales, como su ‘chapela’ vasca, bastones y fotografías, que se entremezclan con cartas, manuscritos y libros firmados de sus amigos y compañeros de generación. Además de esa parte sentimental, disponen de una biblioteca con 6.000 volúmenes, más 25.000 cartas, manuscritos y borradores.
La “celda de viajero” de Machado
En Segovia, cerca de la Iglesia de San Esteban, se alza la Casa-Museo de Antonio Machado, un edificio preservado gracias a la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, que permite a los visitantes viajar en el tiempo hasta los días que el poeta vivió durante trece años en la calle de los Desamparados de la ciudad del acueducto. El autor de ‘Campos de Castilla’, a sus 44 años, se instaló a finales de 1919 en la casa de huéspedes de Luisa Torrego, al ser trasladado desde Baeza para ocupar la Cátedra de Francés en el Instituto General y Técnico de Segovia.
Allí se conserva en buen estado su particular “celda de viajero”, la austera habitación que se convirtió en el espacio vital del poeta, donde perviven los muebles y la estufa de petroleo que le regaló su hermano Manuel para mitigar los efectos de los fríos inviernos segovianos. En el patio de acceso, se erige un busto de piedra que reproduce la escultura de Machado realizada por Emiliano Barral en 1920.
A lo largo del año y en colaboración con otras instituciones segovianas, se organizan en sus dependencias visitas y recitales poéticos, presentaciones de libros, conciertos, jornadas de puertas abiertas, maratones de lectura ‘machadiana’, homenajes de los escolares de la provincia a la memoria del poeta, espectáculos de títeres, talleres, conferencias y otras actividades como el Festival de Narradores Orales, que ya cuenta con 17 ediciones a sus espaldas.
El hogar de Bécquer
En la calle Mayor de la localidad soriana de Noviercas se puede visitar el pequeño Museo Bécquer, dedicado al poeta sevillano y a la que fuera su musa, su mujer Casta Esteban, cuyos orígenes están ligados a ese municipio soriano. En él se acerca al visitante la figura y el momento histórico que vivió el escritor, su paso por la provincia y la influencia que en él ejerció la zona del Moncayo, o el trabajo de su hermano Valeriano, pintor costumbrista que reflejó en sus lienzos las vestimentas populares de la época.
Además, el Ayuntamiento de Noviercas prevé llevar a cabo la rehabilitación integral de la casa donde ambos vivieron entre 1836 y 1870, en la cual nacieron dos de sus tres sus hijos y el escritor dio forma a algunas de sus leyendas más célebres, como ‘El rayo de luna’, ‘Los ojos verdes’ o ‘El Monte de las Ánimas’.
El edificio, ubicado en la calle del Moral, era el hogar de la familia de su mujer, hija del médico local. Se encontraba en estado de semiruina, por lo que requiere de varias fases para su recuperación total. El pasado año se realizaron los primeros trabajos de consolidación y actualmente se ha requerido una subvención de 50.000 euros a la Diputación Provincial de Soria dentro de la convocatoria de ayudas para edificios singulares, una partida que se destinará al arreglo de la fachada y a comenzar la reproducción del interior de la vivienda.
El alcalde de Noviercas, Pedro Millán, subraya que el proyecto incluye la realización de obras en 2017 para finalizar la restauración interior. Tras contar con una fiel reproducción de la casa, el equipo de Gobierno mantendrá reuniones con las asociaciones culturales de la localidad para decidir qué proyecto cultural albergará la instalación.
De Cervantes a Zorrilla, en Valladolid
Cuando Miguel de Cervantes contaba apenas con cuatro años, su padre decidió trasladarse con su familia a Valladolid, probablemente huyendo de las deudas de juego que había contraído durante los años anteriores. Apenas pasó allí dos o tres años años, en una casa de alquiler en la Acera Sancti Spiritus (actual Paseo de Zorrilla), frente al convento del Carmen Calzado (posteriormente Hospital Militar y actual sede de la Consejería de Sanidad), y sería en septiembre de 1604, a punto de cumplir los 57 años y a rebufo del traslado de la Corte a orillas del Pisuerga a comienzos de siglo, cuando regresara a orillas del Pisuerga.
Junto a su segunda mujer, Catalina de Salazar, se instaló en la capital literaria del momento, en el cuarto principal de una vivienda ubicada en el Rastro nuevo de los Carneros, extramuros de la ciudad y muy próxima al cauce del río Esgueva. La vivienda se insertaba en un conjunto de cinco edificios construido por Juan de las Navas en 1601, que éste alquilaba por cuartos. El Esgueva pasaba por delante de la puerta, en la planta baja había una taberna frecuentada por los trabajadores del matadero de la ciudad, y el primer piso lo compartían los Cervantes y la familia de Luisa Montoya.
Allí pasaría los primeros meses de su estancia en Valladolid escribiendo el prólogo de ‘El Quijote’, las poesías preliminares y la relación para solicitar el privilegio real para imprimir su novela. Además se cree que pudo escribir a orillas del Esgueva alguna de sus ‘Novelas ejemplares’, como ‘El casamiento engañoso’, ‘El licenciado Vidriera’, ‘El coloquio de los perros’ o ‘La gitanilla’, ya que todas ellas incluyen referencias a parajes de la ciudad y sus alrededores.
Hoy ese conjunto de edificios conforma el Museo Casa de Cervantes, fundado en 1948, y en cuya planta inferior se instaló en 1916 una biblioteca. La casa se compone de seis estancias, a través de las cuales el público puede conocer el estilo de vida, decoración y costumbres de la época, o su contexto histórico, socio-económico y político. El ambiente de la casa, en armonía con los principios de conservación y seguridad de las colecciones y el confort de los visitantes, definen la propuesta museográfica del recinto, que acoge con regularidad muestras temporales, conciertos, talleres y otras actividades.
Por otra parte, en Valladolid también se encuentra la vivienda donde nació y vivió en dos etapas diferentes José Zorrilla. El edificio y su jardín anejo, alquilado por los padres del poeta al marqués de Revilla, fue el escenario de la infancia del autor de ‘Don Juan Tenorio’, que residió allí hasta los siete años, y al cual regresó brevemente desde México tras la muerte de su esposa en 1866.
En 1917, con la conmemoración del primer centenario del nacimiento del escritor, el Ayuntamiento de Valladolid adquirió el inmueble con el objetivo de convertirlo en casa-museo donde reunir todos los objetos del poeta que su viuda, Juana Pacheco, había donado, junto con la biblioteca de Narciso Alonso Cortés, uno de los principales investigadores sobre su obra.
El visitante puede encontrar en su interior un ambiente impregnado de la época romántica, y contemplar el escritorio personal y otros enseres que utilizaba el dramaturgo, junto con diversos reconocimientos que cosechó a lo largo de su trayectoria. A lo largo de todo el año, la Casa de Zorrilla en Valladolid, convertida en museo desde 1987, celebra recitales poéticos, conciertos, proyecciones, representaciones escénicas, veladas temáticas, entregas de premios literarios, exposiciones, actividades nocturnas y vespertinas o talleres infantiles, además de albergar una biblioteca temática en torno a Valladolid y su provincia.