Al menos 46 zonas básicas de salud de Castilla y León se encuentran actualmente por encima de 2,5 casos positivos por COVID-19 por cada 10.000 habitantes y cuentan con un mayor riesgo de confinamiento, como el autorizado por el juez para las localidades vallisoletanas de Íscar y Pedrajas de San Esteban, calificadas por la Consejería de Sanidad como “de transmisión comunitaria”. Así lo aseguró hoy la titular del departamento, Verónica Casado, quien interpretó que estas zonas, que “están en color amarillo en el mapa”, tienen “más incidencia y más probabilidad de alcanzar un posible confinamiento”. “Ahora más que nunca es responsabilidad individual de todos ser prudentes y cautos. Nadie queremos estar confinados”, advirtió Casado.
Estas áreas de salud, donde «lo importante es contener las cifras», están “peinadas” por los servicios médicos, con especial incidencia en las residencias de ancianos para evitar lo sucedido a partir de marzo, “se ha intensificado la vigilancia epidemiológica”. Para ello, Sanidad dispone de 615 rastreadores, con una tasa de 461,8 por cada 5.000 habitantes, cuando la recomendación del Ministerio es de uno por cada grupo de esa cifra de personas. Los números oscilan entre los 35 sanitarios dedicados a esta labor en la comarca del Bierzo y los 114 de Burgos.
Así, de las 46 zonas básicas de salud que superan en estos momentos el umbral de 2,5 casos por cada 10.000 habitantes (si bien algunos de ellos sólo cuentan con uno o dos positivos que les empujan a registrar esos índices), Burgos alberga 11 de ellas, una gran parte en el entorno de la capital, seguida de Valladolid, con nueve, Zamora y Soria, con siete (la mayor parte de la provincia, donde a pesar de ello y los 52 casos confirmados hoy por PCR no existe transmisión comunitaria), Salamanca, con cuatro, Palencia y Segovia, con tres en cada caso, y Ávila y León, con una zona en esta situación, según los datos facilitados por la Junta. “Incluso aunque tu zona básica esté en verde, por favor, no bajes la guardia; pero si está en amarillo, con más razón, porque los casos no se suman, se multiplican”, transmitió Casado a los ciudadanos, “especialmente a los jóvenes, quienes pueden enfermar igualmente y además contagiar a sus padres y abuelos”.
Sobre aquellas zonas que se encuentran en rojo por recoger transmisión comunitaria, como son Íscar y Aranda, la consejera pidió que no se mantengan reuniones. Sobre el caso concreto de la zona del sur de Valladolid, donde una autorización judicial ha permitido confinar a 10.000 personas, Casado agradeció el tono de los ayuntamientos, presidentes de las diputaciones de Valladolid y Segovia (con la que la población es limítrofe) y delegados y subdelegados del Gobierno. “Hemos puesto en marcha medidas extraordinarias para ganar tiempo”, dijo, para ampliar que durante estos 14 días los habitantes pueden moverse por el interior de la localidad, mientras que los que llegan de fuera pueden transitar con sus vehículos, siempre y cuando el origen y destino no sea alguna población de esta zona básica de salud.
Aún en la “primera ola”
Casado consideró que España se encuentra en una segunda etapa de “la primera ola”, dado que “no ha habido ni un sólo día sin un contagio”, simplemente que durante un tiempo y gracias a las medidas establecidas, ésta “se atenuó”.
Además, reiteró a la oposición que deje de «instrumentalizar» los consultorios médicos rurales, sobre los que insistió que «no están cerrados, sino que se cita por teléfono como filtro frente al COVID-19». «¿Se imaginan un caso positivo en la sala de espera de un consultorio rural? Se lo podría contagiar a otro, y éste a otros 20 y así multiplicarse. Lo mejor es citarle y que el médico reciba al paciente con todas las medidas de prevención posible», sentenció Casado.
Por último, la consejera se refirió a un capítulo registrado en la localidad vallisoletana de Esguevillas de Esgueva, donde agentes de la Guardia Civil levantaron acta por la celebración de una fiesta de la espuma. “Si denuncian y sancionan, lo lógico es que paralicen esa fiesta, porque en caso contrario la posibilidad de contagio continúa”, comentó Casado, tras ser informada de que la benemérita no detuvo la celebración.