“El COVID-19 ha tocado mucho a las personas y también a los propios profesionales”, lo que se traduce en nuevos problemas se salud mental, una asignatura pendiente que se ha visto acrecentada durante la pandemia con un aumento de la prescripción de fármacos para la depresión y la ansiedad. El propio Defensor del Pueblo ha instado al Gobierno y a las autonomías a estudiar cómo incrementar este servicio, y lo antes posible, para igualar las cifras de Europa. Este es el compromiso de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, según explica en ‘Los desayunos de Ical’, que aspira a alcanzar los ratios europeos, con un psicólogo clínico por cada 18.000 habitantes.
Su estrategia pasa por aumentar la formación PIR, de psicólogos internos residentes, para lo que ya ha solicitado 18 plazas al Ministerio, pues en estos momentos la Comunidad sólo tiene 12 acreditadas, y quiere poder subir año a año. Hoy, Castilla y León cuenta con 153 enfermeros especialistas en Salud Mental, 101 especialistas en psicología clínica, 171 psiquiatras, 19 psiquiatras especialistas en el niño y el adolescente y 82 trabajadores sociales.
“Queremos incrementar la presencia de psicólogos dentro de las estructuras”, añade, aunque no explica dónde se ubicarán. “La prioridad es contar con suficientes psicólogos por población y un acceso directo desde Atención Primaria”, que sea el médico de familia el que lo derive de forma directa. No es partidaria de un psicólogo por centro de salud, lo que saturaría el sistema que tiene que contar con “cierto filtro”, pero sí de psicólogos clínicos de referencia de área.
La estrategia de Salud Mental será la que ponga los puntos sobre las íes. La autonómica ya está muy avanzada, a la espera de que el Ministerio fije su modelo porque la Junta quiere antes un marco nacional para que sean “concordantes”. El actual se aprobó para toda España hace 12 años, con fecha de caducidad en 2013.
Prevención del suicidio
En paralelo, el departamento de Casado trabaja en un plan de humanización en salud mental y en una estrategia de prevención de conductas suicidas, que actualizará el protocolo aprobado en 1994, que en 2019 se incorporó a la cartera de servicios. Tendrá un horizonte a cuatro años y podría ver la luz este mismo 2021, para abarcar desde la prevención universal e individual, a la vigilancia epidemiologica e investigación y formación.
Gran estrés para pacientes y profesionales
“La crisis por COVID-19 ha supuesto un gran estrés tanto para profesionales sanitarios, como para los pacientes”, de ahí que se pusiera en marcha el Programa de Apoyo Psicológico, que “se mantendrá mientras las necesidades asistenciales lo justifiquen”, y para lo que se incrementaron las plantillas de los servicios de psiquiatría y salud mental con cinco psiquiatras y diez psicólogos.
Además, el Consejo de Colegios Oficiales de Médicos de Castilla y León gestiona desde hace años el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), en colaboración con Sacyl. A través de un nuevo convenio firmado en 2020, que sustituye al suscrito en 2007, la gerencia subvenciona la actividad asistencial del PAIME para 2021 con 30.300 euros.
Asimismo, la Consejería está elaborando las estrategias de prevención de riesgos laborales para el periodo 2021-2025, cuya aprobación se producirá en los próximos meses, y analiza las consecuencias psicológicas de la pandemia, actuaciones de prevención del estrés en el ámbito laboral, y la promoción de la salud mental y del bienestar y satisfacción del trabajador en el entorno laboral.