La consejera de Sanidad, Verónica Casado, afirmó hoy que salvo un “susto” por la aparición de una nueva variante del COVID-19 la “línea de descenso” del COVID-19 se mantendrá en Castilla y León. Indicó que el objetivo es que el “común denominador” sean cero casos en la Comunidad, tras una tercera ola que vinculó a las “vacaciones” de Navidad y las nuevas cepas.

Casado, que compareció este viernes a petición propia ante la Comisión de Sanidad de las Cortes, remarcó que en la tercera ola los brotes sociosanitarios han descendido en gran medida, y están primando los brotes familiares (45,1 por ciento) y los mixtos (37,8 por ciento) que alcanzan alcanzan casi el 80 por ciento.

En ese sentido, la consejera señaló que la tercera ola se caracteriza por un aumento “muy rápido” de casos desde la primera semana de enero, alcanzando el pico en la última semana de enero con una tasa de 1.417 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días.

Verónica Casado sostuvo que en cuatro semanas se multiplicó la incidencia casi por 12, pasando de 62,7 la semana 52 (Navidad) a 746,3 casos en la semana tercera de 2021. Además, añadió que en el mes de enero se contagió un total de 55.142 personas, un 2,34 por ciento de la población de Castilla y León.

Asimismo, la consejera explicó que se ha dado la situación de tener muchos más familiares ingresados en la misma planta e, incluso, en las unidades de críticos que en las anteriores olas. De hecho, indicó que hace unos días le informaron de que se estaba intubando a una persona de 20 años, lo que a su juicio indica que los infectados son cada vez personas más jóvenes.

También destacó que se extendió la estrategia de detección precoz mediante una amplia campaña de cribados, lo que recordó llevó a la Comunidad a ser la que mayor número de pruebas por habitante ha realizado, llegando a duplicar la media nacional. Además, consideró que la llegada de la vacuna también ha tenido cierta influencia en una disminución de casos e ingresos de la población institucionalizada.

Hospitales

Casado indicó que el Hospital del Bierzo, Palencia y Soria son los que se han visto más afectados, sobre todo sus ucis, lo que afectará a la desescalada en las grandes medidas. También dijo que las plantas de hospitalización comienzan a reducir su ocupación, si bien el mayor cuello de botella se mantiene en las unidades de críticos.

Además, la consejera añadió que la actividad quirúrgica programada se ha visto muy afectada durante la última semana de enero y la primera mitad de febrero, lo que llegó a suponer hasta el 65 por ciento de su actividad normal. Esto, dijo, obligó a recurrir a la colaboración con agentes externos para mantener la actividad.

No obstante, indicó que las prioridades uno se han mantenido en plazos durante estas semanas y destacó que las pruebas diagnósticas y consultas externas apenas han sufrido alteraciones a nivel global. En estos momentos, subrayó que ya se ha recuperado más de la mitad de la actividad quirúrgica total.