Cándido López lleva el nombre de su abuelo, el recordado Cándido ‘Mesonero Mayor de Castilla’, título que ahora ostenta su padre Alberto. Una familia unida a la historia de Segovia, desde su restaurante, a los pies del Acueducto. El gerente de Mesón Cándido elabora recetas de pastelería y ordena los álbumes familiares, mientras reflexiona sobre el futuro de su sector que será el último en recuperarse, para que vuelva el turismo hace falta que “tengamos una vacuna para el coronavirus”, explica este restaurador que el 16 de marzo cerró las puertas de su restaurante por primera vez en sus más de cien años de historia, no sólo por obligación, sino por responsabilidad para ganar entre todos esta batalla.
¿En qué ocupa los días de confinamiento?
Intento estar todo el tiempo ocupado con mi familia, hacer algo de deporte, paso mucho tiempo en la cocina, me relaja mucho cocinar en casa, sobre todo, cuando se trata de elaborar recetas de pastelería. Estoy dedicando mucho tiempo a una tarea que llevaba años queriendo hacer pero nunca podía: ordenar en álbumes todas las fotos de la familia desde que los niños eran pequeños, tarea bonita porque te hace recordar y pensar que vendrán tiempos mejores.
Qué es lo que más echa de menos de cuando se podía salir a la calle: la caña de los jueves, el paseo del domingo…
Normalmente, los que nos dedicamos a la hostelería no tenemos mucha vida social, nuestra rutina es el restaurante. Estos días de abril echo de menos la Semana Santa, la semana de más trabajo del año, los preparativos, la expectación, la tensión que generaba y la satisfacción del trabajo bien hecho.
En el ámbito más interno y personal, se tiene más tiempo para pensar. ¿Qué reflexiones le pasan por la cabeza con la situación actual?
Parece que estemos viviendo una pesadilla, como si esto no pudiera ocurrir nunca. Esta situación de alarma te hace pensar y reflexionar lo frágiles y débiles que somos. Me gustó lo que dijo el Papa Francisco en la Bendición Urbi et Orbi el pasado 27 de marzo: es tiempo de restablecer el rumbo de la vida.
Una crisis así puede suponer una catarsis, ¿qué cosas debemos cambiar después de esto?
Procuro seguir los informes y estudios que estos días expertos del turismo y la hostelería están elaborando en nuestro país, para estar preparado cuando se levante el estado de alarma. El sector turístico va a ser uno de los grandes perjudicados en esta crisis y uno de los que más va a tardar en recuperarse. Se va a producir una ralentización de la economía y la movilidad de los viajeros y turistas no se recuperará hasta que no tengamos una vacuna para el coronavirus. Espero que sea pronto.
Entrevista ICAL