Grupo Alimentario Copese, con sede en el municipio segoviano de Coca, ha puesto en marcha una cadena de favores con el doble objetivo de premiar el esfuerzo de su plantilla y reactivar el comercio local. Las empresas segovianas y vallisoletanas Cervecería San Frutos, Quesería La Cruz del Pobre, Tabladillo, Bodegas Santa Rufina y Bodegas García Serrano respaldan esta iniciativa.

Copese, con sus piensos, granjas de cerdos, terneros, productos frescos y transformados, mantiene su actividad durante el estado de alarma, ya que está considerada como esencial en esta crisis sanitaria. “Éramos conscientes del impacto de nuestro trabajo en el conjunto de la sociedad”, afirmó en un comunicado la directora del departamento de Personas, Vanesa Blázquez, así como el compromiso con su entorno.

Copese firmó conciertos con otras empresas, que ofrecen sus productos a sus trabajadores, a precios competitivos y así repercutir la inversión en la reactivación del comercio local. La primera empresa que se sumó fue Cárnicas Tabladillo y todo el equipo de Grupo Alimentario Copese recibió un cuarto de cochinillo por su implicación y esfuerzo máximo durante estos días. La elección de este producto, remarcaron, no fue al azar, sino que se buscó un alimento de una empresa de la zona, que apuesta por el producto típico de la gastronomía segoviana y por la innovación.

Posteriormente, se unió a la cadena de favores Cerveza Artesana San Frutos. Uno de sus propietarios Mateo Sanz remarcó su interés por poder cooperar empresas locales para “entre todos tratar de salir de esta situación”. También se sumó al proyecto la Bodegas Santa Rufina ofreciendo su variedad de vinos. En opinión de Blanca García, portavoz de la bodega, reactivar la economía local es posible apoyándose los unos a los otros para salir antes de esta situación.

Por último, en la provincia de Valladolid en el entorno de actuación del Grupo Copese, se unieron, por un lado, los vinos ecológicos de Bodegas García Serrano, reivindicando “el comercio local y la economía en el medio rural”, tal y como afirmó su director técnico, Juan Gómez, y por otro, la Quesería Artesana La Cruz del Pobre. Para su jefe de Ventas, Eulalio Escarda, la única forma de salir es con el apoyo mutuo comprando en tiendas locales y los productos de cercanía.

Además, toda la plantilla de Grupo Alimentario Copese recibió una carta para animarles a continuar con esta “cadena de favores” para apoyar el comercio local, ir a bares y restaurantes y así, juntos, reactivar la economía más cercana.

Acciones solidarias

El Grupo Alimentario Copese continuó con su producción a pleno rendimiento en todas las líneas de negocio: granjas, piensos y cárnicas. “El objetivo no es otro que garantizar el suministro de todos nuestros productos al mercado. Es nuestra responsabilidad que todos los clientes y la población en general, puedan tener acceso a estos bienes”, aseguró el CEO de Copese, José Muñoz.

La situación de crisis sanitaria, provocada por el coronavirus, supuso un verdadero reto para el grupo y todas las medidas llevadas a cabo tuvieron como objetivo velar por la seguridad de todos sus trabajadores realizando para ello un plan de contingencia circular del coronavirus.

Desde Copese colaboraron con la donación material sanitario, sumándose al llamamiento de la Junta para que empresas y particulares donasen equipos de protección individual (EPIS) para proteger a los sanitarios, con la donación de 1.400 batas, 1.000 de ellas fueron al Centro de Salud de Nava de la Asunción, que lo gestionaron a centros cercanos o de la provincia, y 400 unidades para el Centro de Salud de Villacastín.

En segundo lugar, Copese donó 203,5 kilogramos de de sartas de chorizo ibérico y de salchichón con piñones al Banco de Alimentos de Segovia y colaboró con la Federación Empresarial Segoviana (FES) y la Cámara de Comercio de Segovia en su campaña para financiar la compra de EPIs. Las empresas segovianas se volcaron con la acción, entre ellas Copese, recaudando en solo cuatro días más de 230.000 euros.

Este grupo segoviano nació en 1976 como un proyecto empresarial basado en la comercialización de pienso. En la actualidad, factura más de 67 millones de euros y genera más de 300 empleos directos y más de un centenar en indirectos, a través del control del cien por cien del proceso de producción a través de diferentes áreas de negocio: genética, piensos, granjas de cerdos, terneros, productos frescos y transformado, que conforman lo que internamente denominan el Proceso Integrado de Producción, imprescindible para asumir el reto de la calidad y la trazabilidad.