Contenedor amarillo en el que se puede reciclar

Cada ciudadano castellano y leonés depositó 15,5 kilogramos de residuos en los 14.772 contenedores amarillos destinados a los envases domésticos de plástico, metal y brik en 2020, un 11,3 más respecto al año anterior. Una cantidad que, durante los últimos cinco años, se elevó un 41 por ciento y refleja «el creciente compromiso ciudadano con el reciclaje de estos envases», destacaron desde la Junta. Sin embargo, desde el Ejecutivo apostaron por «seguir reforzando y sensibilizando para afinar la separación que los ciudadanos hacen en sus hogares, ya que de los kilos que cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo, 4,1 kilogramos fueron de residuos que no son envases».

Por su parte, la colaboración ciudadana con el reciclaje a través del contenedor azul creció un 0,2 por ciento gracias a que cada castellano y leonés depositó 19,6 kilogramos de papel y cartón en los 15.754 contenedores azules que hay situados en la vía pública para reciclar sus envases. Una cifra que, durante los últimos cinco años, aumentó un diez por ciento. Cabe destacar que, en los contenedores azules, además de envases domésticos, se depositan otros residuos, como el papel y el cartón comerciales y las revistas.

Además de a través de los contenedores azules y amarillos, los envases domésticos ligeros de plástico, metal, brik, papel y cartón se recogieron en otros puntos de reciclaje, como los más de 1.800 contenedores de recogida selectiva situados en lugares de gran concurrencia (oficinas, estadios, hostelería y festivales, entre otros). También se recogieron envases domésticos ligeros en las plantas de residuos urbanos a las que se trasladan los contenedores de resto (un lugar en el que no deberían depositarse estos residuos, pero al que, gracias a la colaboración ciudadana, llegan cada vez menos envases).

En total, gracias al esfuerzo y compromiso de la sociedad castellana y leonesa, en 2020 se entregaron a instalaciones recicladoras homologadas un total de 65.061 toneladas de envases domésticos para su posterior reciclaje, un 0,2 por ciento más que el año anterior.

Los datos proceden de las 2.248 entidades locales que prestan el servicio de recogida de estos residuos en Castilla y León a Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro encargada de la gestión de los envases domésticos ligeros. Al respecto, a pesar de la excepcionalidad vivida durante gran parte del año 2020 y que continúa en la actualidad como consecuencia de la COVID-19, el reciclaje de envases «volvió a consolidarse un año más como una práctica medioambiental muy extendida en la sociedad castellana y leonesa».

La Consejería de Fomento y  Medio Ambiente valoró los resultados que dejan las campañas de sensibilización y destacó que en Castilla y León «la educación ambiental está permitiendo mejorar los datos del reciclaje y, lo que es más importante, que se ha convertido en un hábito que ya forma parte de la cotidianidad de los ciudadanos».

“No podemos negar que, cada vez más, los ciudadanos son conscientes de los retos ambientales a los que nos enfrentamos como sociedad y de cómo cada uno de nosotros, con pequeños gestos, podemos contribuir a mejorar esta situación. Los resultados de reciclaje de envases en Castilla y León han experimentado en los últimos años un crecimiento constante”, expresó el consejero, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

“Sin duda y, a pesar del contexto de pandemia, el compromiso de la sociedad castellanoleonesa con el reciclaje de envases domésticos se ha reforzado, convirtiéndose en el hábito ambiental más extendido entre los hogares castellanoleoneses”, indicó Alberto Fernández, gerente de Ecoembes en Castilla y León, quien añadió que “gracias al esfuerzo realizado por la Junta, los municipios y Ecoembes, el sistema de reciclaje se ha optimizado de manera constante. Con este objetivo, durante el pasado año se entregaron 50 contenedores ligeros al ayuntamiento de Burgos y 16 al Consorcio de Segovia para hacer posible la recogida selectiva en diversos actos. Seguiremos colaborando para convertir a Castilla y León en una sociedad 100 por ciento recicladora”.