Segovia apuesta por ser una ciudad sostenible y lo hace adaptando su Plan de Sostenibilidad Turística en Destino ‘Segovia fluye‘, con un enfoque más urbano y sin perder de vista la transición verde. El objetivo para alcanzarlo es optar a un total de 5.565.000 euros presentando su proyecto a una nueva convocatoria de ayudas enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con Fondos Next Generation.

El resultado se conocerá en octubre. Tal y como expone el concejal de Turismo, Miguel Merino, «la esencia sigue siendo la misma», pero ha habido un cambio en las reglas del juego, en la estimación de la bases y hay que cumplir «esos requisitos y es coherencia». De ahí la reducción presupuestaria en casi cuatro millones de euros respecto al documento que fue rechazado el otoño pasado.

Merino detalló que en las bases se estipula el peso que tiene cada una de las etiquetas en su desarrollo lo que condiciona la digitalización o las recuperación del patrimonio natural para usos públicos, … con el único fin de «no quedar descartados». El Plan ‘Segovia Fluye’ ya no incluye la definición de un centro del paisaje histórico y natural de la sierra de Guadarrama en la entidad local menor de Revenga y los itinerarios verdes e históricos por el alfoz de Segovia, de la Fuenfría al Eresma.

El concejal de Turismo insistió en que se ha buscado «un enfoque más urbano sin perder de vista la transición verde», ya no tiene sentido la filosofía de carácter más rural de la primera convocatoria, cuyo documento se presentó en sociedad a mediados de septiembre del año pasado. En esa ocasión, ‘Segovia fluye’ fue descartada por la Junta pero el Ayuntamiento ha querido tener en cuenta ahora todas las valoraciones y aportaciones que hizo el Ministerio. «Lo más valorado fue la coherencia en el relato turístico», dijo Merino.

El responsable de Turismo y concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras estuvo acompañado en rueda de prensa por las concejalas de Agenda Urbana y Fondos Europeos, Fuencisla Yagüe, y de Urbanismo y Patrimonio Histórico, Clara Martín. Las cuatro áreas han trabajando de nuevo conjuntamente en este proyecto.

Clara Martín también remarcó como novedad que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, ya no carga el 21 por ciento de IVA a la entidad promotora del plan sino que «serán subvencionables». El Ayuntamiento de Segovia, en caso de recibir esta ayuda de algo más de 5,5 millones de euros, no tendrá que hacer aportaciones económicas.

El Plan de de Sostenibilidad Turística en Destino ‘Segovia fluye’ se estipula con acciones a desarrollar entre 2023 y 2025. Fuencisla Yagüe sostuvo que, en el equipo de Gobierno, están esperanzados en conseguirlo al estar la prioridad en el ámbito urbano. Las fortalezas son: la diversidad del patrimonio histórico, gastronómico, la cercanía con grandes focos de turismo, la existencia de la Empresa Municipal de Turismo y el trabajo para la reposición dela Marca Segovia.

Un plan que ya ha sido presentado a 22 entidades y organizaciones sociales de la ciudad, que gira sobre los cuatro ejes obligatorios: transición verde y sostenible del destino; la mejora en eficiencia energética; la transición digital y la competitividad del destino.

Del eje de transición verde, los concejales de Turismo y Patrimonio Histórico destacaron la rehabilitación del Molino de la Perla, adquirido por el Ayuntamiento por cesión gratuita. Es el único exponente de la primera industrialización que utilizaba este tipo de elementos en las fábricas harinas y que conserva la maquinaria. Se convertiría en un centro cultural, en un espacio para difundir el rico patrimonio industrial y medioambiental del barrio de San Lorenzo.

El río Eresma: cacera y huertas 

Clara Martín también hizo referencia al valor del “patrimonio único” de los monasterios que existen en esta parte de la ciudad y la mejora del paisaje pintoresco, con especial referencia a la Cacera de San Lorenzo, como eje transformador del paisaje que hoy se puede disfrutar con los usos tradicionales. Se mejorará la estructura de la cacera y las huertas.

Clara Martín también señaló la adaptación del cauce del río Eresma y la prevención de avenidas. Cuando se producen lluvias intensa, hay «desagües bruscos» del Pontón Alto, por parte de la CHD, por lo que se propone «mejorar las infraestructuras municipales en estos espacios», así como ampliar la capacidad del cauce.

En eficiencia energética, iluminación de monumentos singulares como el Acueducto y la zona sur de la muralla. Se mantiene dos puntos del anterior documento relacionados con la mitigación del cambio climático en el uso, consumo y sostenibilidad del agua, gracias a la digitalización. En este mismo apartado, se mantiene el estudio, potenciación y nuevas propuestas de creación de contenidos digitales, así como el impacto en las redes sociales del turismo, como la huella dejada por el Acueducto durante Semana Santa.

Acueducto y Cultura del Agua, 2,9 millones 

Clara Martín resaltó que ‘Segovia fluye’ mantiene la necesidad de construir el Centro del Acueducto y la Cultura del Agua, en la calle Gascos. Se utiliza el uso bajo rasante de las plataformas que hay como zonas de aparcamiento y espacios libre entre la avenida Vía Roma y el Paseo de Santo Domingo. Se mejorará el entorno urbano retirando unos pinos del talud que separa ambas plataformas hacia el Centro de Interpretación del Acueducto, despejando las vistas y la contemplación del Acueducto desde el paseo de Santo Domingo ahora no es posible por la vegetación.

Según Martín, el centro de interpretación no se puede centrar sólo en el monumento romano, insignia de la ciudad, sino todo lo que conlleva como infraestructura hidráulica en la ciudad. El uso del agua desde la época romana hasta los años 50 del siglo XX. “El tercer río de Segovia”, recordó la concejala de Patrimonio Histórico, que permitió industria y desarrollo económico lo largo de los diferentes periodos históricos.

Se destinarían 2,9 millones de euros, para conseguir que sea también de investigación, para ahondar sobre el conocimiento de todo lo que rodea al Acueducto y búsqueda de recaudación de fondos siempre destinados a la conservación y mantenimiento del monumento, cuya visita es libre, no supone abonar una entrada como sí ocurre con el Alcázar o la Catedral.