Ayer, lunes 8 de junio, a las 20:30 h se concentraron 50 vecinos de la localidad de Caballar bajo la convocatoria nacional de la plataforma “Sanitarios Necesarios”. El motivo de dicho encuentro reivindicativo no era otro que la reapertura, con las medidas de contratación, seguridad e higiene necesarias, del consultorio local.

Al igual que lo hicieron grupos de acción local, sindicatos agrarios y otros pueblos de la provincia como Olombrada, Escalona del Prado o Muñoveros, los vecinos de esta localidad segoviana se congregaron con mascarilla en la plaza del Nogal de Elías manteniendo el distanciamiento social, vistiendo un riguroso luto alarmando de la situación de cierre del consultorio local; el cual, según la Consejería de Sanidad, tendrá lugar hasta octubre al igual que en toda la región. La única nota de color la ponían pancartas con mensajes como “Nuestro Médico se queda”, “Sanidad Rural y de Calidad”, “Vivo en el pueblo,¿me puedo poner enfermo?” o “Soy mayor y no puedo conducir. ¿Quién me va a llevar al médico?”, “Pagamos los mismos impuestos, pero no nos luce igual”, colaboración de la imprenta “Tinta China” de Cantalejo; así como varios corazones verdes representando a los servicios públicos.

Durante la concentración se leyó el manifiesto de la plataforma “SOS Rural Ayllón”. Posteriormente la alcaldesa, Susana Gómez, se dirigió a los vecinos explicando las últimas novedades sobre el tema. Los manifestantes congregados aseguraban que, en un primer momento pudo entenderse el cierre total en base a poner coto a la pandemia, pero que en la situación de desescalada y nueva normalidad “no debería mantenerse esta medida, debiendo las Administraciones de proveer de lo necesario a profesionales y a pacientes”. Se oyeron frases como: “A lo que hemos llegado… Quién lo ha visto y quién lo ve”; “a misa y al bar se puede ir, pero la consulta no la abren. Es un sinsentido, siendo prácticamente los mismos vecinos los que estamos en un lado y en otro” dijo uno de los manifestantes. Otra persona congregada dijo que conocía casos de familias dispuestas a venirse al pueblo, pero que esta medida se lo hace replantear: “Ha sido un jarro de agua fría”, terminaba diciendo. También se oyó este comentario: “Los pueblos no se mueren, los están vaciando si siguen así”. Otro de los manifestantes decía que posiblemente no se volviera a abrir el consultorio, y que esta medida “parece más un cierre encubierto”. O este otro: “Esta es una medida pensada para las ciudades, donde hay más dotación y personal, las distancias son a priori más cortas y hay posibilidades de transporte público. Aquí necesariamente si sigue la situación tendremos que coger el coche, y hay gente mayor que no está en condiciones de poder trasladarse ni tiene a nadie que les pueda llevar; y que deposita su confianza con el profesional en la atención en persona más allá de una simple llamada de teléfono”.