Para la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS), la información que ha trascendido respecto a que la Gerencia de Salud Pública de Segovia está buscando un edificio o lugar en el que ubicar un llamado “centro sucio” de Atención Primaria para detección y rastreo de Covid 19, «ha puesto en evidencia más aún si cabe, la necesidad urgente de nuevos espacios sanitarios para Segovia, capital y provincia. La propuesta de ubicar este centro en el edificio Vicerrector Santiago Hidalgo, antigua Escuela de Magisterio, se ha caído por su peso ante lo inadecuado del lugar y las complicaciones y riesgos que, entre otros, tenía para la población escolar de la zona que comparte alguna de las entradas del recinto donde se ubica el edificio. Si el lugar elegido hubiera sido las dependencias del Policlínico, habría gustado más o menos pero difícilmente cabría ninguna objeción, puesto que se trata de un edificio cuya afección a uso sanitario establece el PEAHIS, que no hace sino mantener el uso para el que fue construido y que de modo absolutamente injustificado fue abandonado por la Junta de Castilla y León, como ha puesto todavía más de manifiesto la crisis sanitaria del coronavirus que tan duramente ha azotado a Segovia y que sigue viva y con peligro de empeorar.
El intento que, al parecer, sigue activo por parte de la Gerencia de Salud de encontrar un edificio que se preste a la mencionada finalidad, pone de manifiesto que cuando se trata de una iniciativa “oficial”, las objeciones acerca del lugar, de los problemas de acceso, de aparcamiento, de necesidad de adecuación… desaparecen o no se tienen en cuenta a pesar de que sean los mismos que si se trata del “condenado” Policlínico. No creemos que sea más complicado habilitar para la finalidad buscada un espacio en el Policlínico que lo que hubiera sido necesario hacer en el edificio de Magisterio.
Conviene puntualizar a este respecto, que cuando las autoridades sanitarias vacían el Policlínico, no se hace con la intención de convertirlo en una réplica de Hospital General, sino con el propósito de mejorar las condiciones de los servicios que venía prestando, complementarios del Hospital General: camas para crónicos, estancias medias, algunas cirugías ambulatorias, centro de día, asesoría familiar, psiquiatría, consultorio,.. Ninguno, ni todos en conjunto de estos servicios requerían una modificación drástica del edificio.
Cuando se ha introducido como señuelo y ficticia alternativa la construcción de un nuevo hospital, se ha tergiversado la situación y se ha introducido un elemento espúreo de disputa. Bienvenida sea la propuesta de un nuevo hospital. Pero esta supuesta oferta en el mejor de los casos no sería realidad antes de 10 años. Segovia, capital y provincia, tiene la necesidad perentoria de contar de inmediato con espacios que respondan a las carencias presentes, sin que sea posible demorarlo años. Así lo ponen de manifiesto “los parches” que se improvisan como son los barracones que se han alquilado, un costoso alquiler, para albergar los despachos administrativos en el Hospital, o esta búsqueda desnortada de un espacio para cubrir una finalidad seguramente necesaria. Sin embargo, la solución razonable y más rápida la tienen al alcance de su mano».