La Alianza de la Sanidad Privada Española lleva tiempo alertando de la preocupante situación de las listas de espera para intervenciones quirúrgicas y atención especializada en el conjunto del país. Una problemática que, de forma predecible, se iba a ver acentuada por la crisis sanitaria del COVID-19 que ha obligado a una concentración de recursos en torno a la pandemia y a la existencia de una demanda oculta que se está comenzando a reflejar en la dilatación de tiempos medios para recibir atención.
Atendiendo a los datos publicados recientemente por el Ministerio de Sanidad, un total de 706.740 pacientes estaban a día 31 de diciembre de 2021 en lista de espera para operarse en la sanidad pública, la cifra más alta de la serie histórica iniciada en 2003. Esto ha provocado que el tiempo medio de espera se haya incrementado hasta los 123 días. De otro lado, el tiempo medio de espera a nivel nacional para consultas externas en el Sistema Nacional de Salud es de 89 días. A ello hay que añadir las notables diferencias existentes dependiendo de la comunidad autónoma en la que se vaya a realizar el procedimiento quirúrgico.
Indistintamente de la titularidad de la forma de gestión de los recursos, es fundamental para el conjunto de la ciudadanía la eficiencia en términos de tiempo de resolución de su proceso asistencial. Es por ello que desde ASPE se considera que la iniciativa de la Junta de Castilla y León, de tomar medidas concretas y apoyarse en la infraestructura de la sanidad privada, es el camino más responsable.
La Consejería de Sanidad de esta región ha aprobado el aumento voluntario de la jornada laboral y anunciado que hará uso del concierto externo con el objetivo de reducir en 21 días la demora media de las listas de espera en los próximos 6 meses.
“Ante la demanda asistencial enquistada en listas de espera crecientes, la red pública debe tomar la iniciativa sin titubeos y apoyarse en nuestra capacidad y eficiencia demostrada para reducir la crisis asistencial que vivimos”, asegura Carlos Rus, presidente de ASPE. “El único abordaje posible es unificar los recursos asistenciales disponibles”, añade.
Ausencia de estrategia estatal frente a 17 legislaciones
Además, la disparidad territorial por comunidades autónomas que muestran las listas de espera es otro aspecto a abordar con urgencia. Actualmente, el tiempo de espera mayor para una operación lo tiene Aragón con 183 días de media, seguido de Cataluña, con una espera de 156 días. Les siguen Cantabria (146); Extremadura (145) y Canarias, con 144 días. Del otro lado, País Vasco (71 días de media), seguido de la Comunidad de Madrid (73) y Galicia (77).
Ante todo ello, debería establecerse una estrategia o protocolo estatal para recomendar a todas las autoridades sanitarias autonómicas que activen los mecanismos necesarios recogidos en sus correspondientes normativas y agilizar así la gestión de sus listas de espera, ya que los pacientes vuelven a encontrarse en desigualdad de condiciones dependiendo de la región de residencia y los plazos de espera son notablemente dispares.
Infraestructura y capacidad para reducir unos tiempos de atención inasumibles
ASPE recuerda que el sector de la provisión sanitaria es parte fundamental del Sistema Nacional de Salud, con el 56% total de centros hospitalarios y el 32% del total de camas existentes en España, además de 12.000 centros extrahospitalarios.
Por este motivo, y estando en juego la salud de millones de ciudadanos que esperan atención médica y que a medio y largo plazo puede derivar en el agravamiento de muchos diagnósticos, “nuestra infraestructura debe ser empleada para afrontar la creciente crisis de asistencia sanitaria que tenemos en el momento actual”, argumenta el presidente de ASPE, Carlos Rus.