En el décimo aniversario de la suspensión del servicio militar como obligatorio, el Alcalde de Segovia ha recordado su experiencia durante los años en los que lo llevó a cabo. «En aquel momento pensaba que iba a ser un año perdido de mi vida, pero ahora veo a la juventud actual y creo que no debería de haber desaparecido la mili», ha señalado.
Arahuetes, que inició el servicio militar en diciembre de 1982 en el campamento de Colmenar Viejo tras finalizar sus estudios universitarios, ha explicado que a pesar de que en aquella época pensaba que era una pérdida de tiempo, en la actualidad continúa acordándose de muy buenos amigos y buenos recuerdos. «Aún recuerdo las 35 guardias que hice, que se dicen pronto», ha apostillado.
Tras el comienzo de su servicio militar en Colmenar Viejo, el edil de Segovia, fue trasladado a Fuencarral y por último a la Academia de Artillería de Segovia.