La exposición dedicada al desaparecido pintor segoviano ‘Fernando Rodrigo (1944-2014). Alquimista del tiempo’, inaugurada en las Salas del Palacio del Torreón de Lozoya el pasado 6 de julio, podrá visitarse dos días más de lo previsto, hasta el próximo domingo, 2 de septiembre.
La muestra, que ha recibido ya más de 8.000 visitantes, es un merecido homenaje a este destacado representante de la llamada ‘Segunda generación de realistas madrileños’, siendo al mismo tiempo uno de los más importantes creadores segovianos contemporáneos. Por esta doble circunstancia, el proyecto se ha celebrado tanto en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid como en el Torreón de Lozoya, lugar en el que la Fundación Caja Segovia ha querido incorporar al núcleo expositivo inicial nuevas piezas procedentes de coleccionistas segovianos, contando además con el apoyo del Ayuntamiento de Segovia.
Fernando Rodrigo comenzó sus estudios de pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde contó con Antonio López como profesor de colorido, y donde surgió su compromiso irrenunciable con la figuración, su bien sus primeros pasos se movieron en un curioso equilibrio entre el hiperrealismo y el surrealismo.
A mediados de los años setenta, su interés se dirigió hacia el mundo mineral y sus fantásticas formaciones, estratigrafías y calidades, que integró a veces con paisajes y marcos arquitectónicos, dando como resultado imágenes oníricas.
En la década siguiente, su pintura se decantó hacia los escenarios urbanos en detrimento del mundo mineral, haciendo alarde en ella de un sorprendente virtuosismo que dirigía hacia el, aparentemente prosaico, universo de lo cotidiano.
A partir de los años noventa, la obra de Fernando Rodrigo avanzará hacia una depuración formal, prescindiendo de todo lo superfluo o anecdótico que pudiera haber tenido su pintura, concentrándose en elementos arquitectónicos muy concretos que, plasmados con total rotundidad, adquieren un carácter totémico y una impresionante expresividad, utilizando de una forma muy personal la luz.
Con el comisariado de Javier Mazorra, la muestra reúne más de medio centenar de piezas, procedentes en su mayoría de coleccionistas privados (entre ellos la colección de la Galería La Casa del Siglo XV), aunque algunas han sido prestadas desde instituciones como la Fundación Lorenzana o el Ayuntamiento de Alcalá de Henares.