Álvaro Senovilla ha cerrado con éxito una exigente temporada al frente del banquillo del Viveros Herol Balonmano Nava. El equipo segoviano regresa a la Asobal sin poder hacerse con el título de la División de Honor Plata – que recae en Puerto Sagunto – pero con la sensación de que el trabajo desempeñado por directiva, cuerpo técnico y plantel ha sido efectivo.
«Es muy complicado ascender con este tipo de competición y es verdad que a priori éramos un candidato para ascender, pero había otros clubes que también lo eran y no lo han conseguido», reflexiona Álvaro Senovilla en conversación con Segoviaudaz.es
Una temporada «especial»
Senovilla destaca «varios factores» que convierten la temporada 22-23 en algo «muy especial». «Nunca había tenido la posibilidad de entrenar un equipo con aspiraciones de hacer grandes cosas, y que haya sido en Nava ha hecho que lo conseguido sea todavía más emotivo», cuenta. «Siento Nava como mi casa, aquí me han hecho sentir como uno más de su comunidad, me han hecho sentir especial», relata Senovilla, que cumple su tercer ciclo como entrenador del equipo navero.
«El reto de ascender nada más bajar era muy grande y además se intuía que podía ser la última temporada de dos referentes como Carlitos – Villagrán – y Darío Ajo, por lo que lo logrado es más importante», añade.
La «suerte» está en el trabajo diario
Álvaro Senovilla huye del componente «suerte» asociado al éxito. «No hay suerte sin trabajo y de hecho hemos tenido lesiones muy importantes esta temporada, por lo que no podemos agarrarnos a ese componente», explica. «Muchos de nuestros jugadores de esta temporada no sabían lo que era esta competición y eso también es un hándicap que hemos tenido que superar»
Ocho altas para una temporada en la élite
El Viveros Herol BM Nava tiene prácticamente cerrada su plantilla para el curso que viene y muy pronto se irán desvelando las altas. Solo ha trascendido el regreso del navero Pablo Herranz, después de su cesión en Aranda de Duero. Lodos – que regresa a León de donde vino cedido – Bernabéu, Toro, Guiteras y Sergio Casares dejan el equipo, una lista a la que se añaden los ya mencionados Villagrán, Ajo más Nico López, los tres por la imposibilidad de compatibilizar sus trabajos con el deporte de élite.
Tampoco formará parte del cuerpo técnico la temporada próxima Guillermo Algorri, una baja sensible que el club deberá cubrir.
«Hemos intentando formar un grupo equilibrado en el que todos los jugadores tengan importancia o una aportación relevante», cuenta Senovilla. «No podemos asumir fichas de jugadores de muchísimo nivel y tenemos que hacer una plantilla en la que todo el mundo ofrezca su 100% y lo ponga al servicio del equipo», añade un Senovilla «muy satisfecho» con los jugadores incorporados «aunque no me dejan decir públicamente quiénes son», bromea.
Nava, destino especial para los jugadores
En Nava de la Asunción tienen que barajar intangibles para seducir a los jugadores para que vengan a Segovia al no poder alcanzar el montante económico que ofrecen en otros sitios.
«El jugador valora mucho el trabajo que se puede hacer con él a nivel deportivo no es la relevancia individual sino que se trabaje serio, que la directiva cumpla lo que promete y que haya una estructura seria», relata Senovilla, que ha pasado buena parte de la temporada preparando el partido del fin de semana y contactando con posibles incorporaciones para el siguiente curso sin saber siquiera en la categoría que jugaría su equipo.
«Es muy complicado construir una plantilla a futuro cuando tienes que trabajar en un partido clave el fin de semana, pero si queríamos dar solidez al proyecto había que hacerlo», sentencia.
«Haces apuestas por jugadores porque tienes que hacerlas, porque no tienes medios para ir siempre a por jugadores ya contrastados», explica. «Mezcla de veteranía, ilusión de la juventud, gente con calidad y gente con menos talento, pero con ímpetu… eso es lo que hemos buscado», relata.
«Tenemos que transmitir alegría, seriedad y compromiso a nuestros aficionados con las incorporaciones», apostilla un Álvaro Senovilla que quisiera que Carlos Villagrán se sentara junto a él en el banquillo la próxima temporada «Pero Carlos no puede hacerlo todo en el club y él decidirá las funciones que quiere asumir», dice.
¿Dónde está el techo?
No será la primera experiencia del BM Nava en Asobal y el reto está en conseguir estabilizar al equipo en la élite. «Soy una persona muy exigente y el trabajo es muy importante para mi, pero la directiva no me transmite que se vaya a caer el mundo porque estemos un mes sin puntuar en Asobal», dice el preparador navero.
«No creo que debamos cambiar nuestra manera de jugar, porque no es un sistema que haya inventado yo y está más que testado y funciona», dice. «Un equipo es una pequeña sociedad a la que se le exigen resultados inmediatos y cada partido es un test», añade. «Es un trabajo que va más allá del mero componente deportivo», apostilla.
¿Europa?
Aunque pueda parecer a priori un exceso hablar de un futuro en el que el BM Nava pueda competir en Europa, Senovilla no lo descarta al menos a medio plazo. «El deporte tiene muchas vertientes y una muy importante está en lo económico porque los grandes presupuestos pueden acceder a competiciones europeas, pero hay otras vertientes que están asociadas a la estabilidad, la estructura… y eso en Nava hay mucho», expone.
«No tenemos jugadores de un nivel que nos permita llegar a Europa ahora y sería irreal pensar en ello, pero siempre podemos fijarnos en casos como los de Logroño o Torrelavega para pensar que se puede conseguir o al menos estar cerca», aventura un Senovilla que prevé una temporada en Asobal «en la que vamos a ir mirando cuántos equipos vamos dejando atrás más que los que tenemos por delante», bromea.
La identidad local, innegociable
El BM Nava pierde referentes naveros y queda con el propio Pablo Herranz y Óscar Marugán como ejemplos más cercanos para el próximo curso. «La generación de Carlos, Darío, Alberto García… han dejado un legado maravilloso con su apuesta por la modernización y crecimiento del club de su pueblo, y la gente se lo ha reconocido, que no es facil», reflexiona Álvaro Senovilla.
«Es muy importante que haya chicos de Nava en el equipo, pero también lo es que vengan jugadores como Lodos este curso, que ha estado un año aquí, pero será de la Nava toda la vida», explica. «Lo que no sería ideal es que hubiera jugadores de doce países distintos»
A finales de julio, vuelta al trabajo
Álvaro Senovilla quiere tener a los jugadores ya en el pueblo entre el 26 y 30 de julio para empezar a entrenar en una temporada en la que, en principio, seguirá compaginando el banquillo navero con el de la selección de Letonia.