Los vecinos de Aguilafuente (Segovia) están muy orgullosos de su pasado y a petición de los organizadores de la Media Maratón de Segovia, el sábado 14 de abril, representarán a los pies del Acueducto una de las obras de teatro con las que el primer fin de semana de agosto recrean la época en la que su villa acogió un Sínodo, cuyas actas marcaron el hito de ser el primer libro impreso en España.

El presidente de la asociación cultural ‘El Sinodal de Aguilafuente’, Tomás Conde, explica que llevan 15 años trabajando para dar a conocer todo lo posible este gran acontecimiento histórico que vincula su pueblo con la ciudad de Segovia. Para 2018, se han planteado como objetivo retomar los contactos con el Ayuntamiento de Segovia para andar juntos este camino y poner a la altura que se merece ‘El Sinodal de Aguilafuente’.

Tomás Conde asegura que a lo mejor no «han sido capaces de contagiar” a las autoridades de Segovia la importancia y la ilusión que tiene todo el pueblo de Aguilafuente por formar parte de “un evento de primer orden cultural a nivel nacional”. El deseo de la actual junta directiva es sacar esta colaboración para “hablar de verdad, darle vueltas a la cabeza para dar forma” y contenido al acuerdo con el consistorio segoviano. Conde agradece la colaboración y el respaldo que siempre les ha dado la Diputación Provincial.

El presidente de la asociación de ‘El Sinodal’ recuerda que Segovia es la cuna de la imprenta en España, con el libro que se imprimió en la calle Velarde, en el taller del alemán Johannes (Juan) Paríx de Heilderberg a petición del obispo Juan Arias Dávila, impulsor del Sinodal de Aguilafuente. Tomás Conde argumenta que la imprenta cambió las relaciones entre las personas, entre las ciudades y provincias, en definitiva “dio un vuelco la historia” porque hasta entonces “la tradición era oral”.

Deporte e historia

Este mes de abril, vuelven a colaborar encantados con los promotores de la Media Maratón ‘Ciudad de Segovia’ que quieran aprovechar la presencia de miles de deportistas llegados de todos los rincones del país para contagiarles “el espíritu de Segovia a través de eventos culturalmente importantes y socialmente relevantes como lo es el Sinodal de Aguilafuente”.

El sábado 14 de abril, en la jornada previa a la XII Media Maratón, Segovia viajará hasta el siglo XV con la obra de teatro ‘Las Fabetas’ que es un apócope de analfabetas. “Son cuatro mujeres de la época que no saben qué es una imprenta y representan los dichos, los dimes y diretes del pueblo y también de ellas mismas. Es una una obra corta, de unos 15 minutos, pero es divertidísima y las actrices lo hacen muy bien”, resume Tomás Conde.

El mismo día de la carrera, el domingo 15 de abril, la mismísima reina Isabel de Castilla, acompañada de Benito, el notario del Sinodal de Aguilafuente, y de otros personajes históricos, saludarán a los participantes de la prueba desde la bella plaza de San Martín, en su recorrido por el casco histórico de Segovia.

Un pueblo convertido en teatro

Los vecinos de Aguilafuente se han ido convirtiendo en experimentados actores y actrices que convierten su pueblo, el primer fin de semana de agosto, en un gran escenario teatral, con obras en la calle, en el Lavadero, en casas particulares, en el Ayuntamiento o en la Iglesia de Santa María.Tomás Conde afirma que una pieza clave para que todo esto funcione y sea un éxito es el director teatral Miguel Gómez Andrea porque da un toque muy fresco y hace un gran trabajo tanto en la ambientación de los espacios como en los textos.

El teatro se convierte en el hilo conductor para saber cómo era Aguilafuente en el año 1472, con obras como ‘El impresor clandestino’, ‘La boda’,’El obispo y el impresor’ o ‘La curandera’. En ésta última, por ejemplo, la protagonista es una mujer que cura con pócimas y es un ejemplo de la adaptación que ha hecho Miguel Gómez Andrea del lenguaje “de entonces y de ahora”.

La obra de teatro central, como no podía ser de otra manera, es la que narra el Sínodo de Aguilafuente, que tuvo lugar en los primeros días del mes de junio de 1472 en la iglesia de Santa María. Tomás Conde relata que las crónicas dicen que el Sínodo se iba a celebrar en Turégano pero hubo un incendio y “como al obispo Arias Dávila le corría prisa se buscó un pueblo próximo que tuviera una iglesia maja”.

Personajes relevantes

El obispo Arias Dávila era un hombre muy culto y renacentista que quería a toda costa acabar con la vida y las costumbres disolutas que llevan los curas y clérigos, para lograr su objetivo reunió en Aguilafuente a las 28 personas más relevantes y sobresalientes de la Diócesis de Segovia, como el Condestable de Sepúlveda, el cura de Revenga, Fray Antonio de Villacastín o el notario Benito, que fue “el que dio fe y testimonio de lo allí ocurrió”.

Las actas del sínodo recogen las nuevas normas que debía de acatar los hombres de fe que en muchos casos “no sabían ni rezar el Padrenuestro en latín”. Se puede resumir que el obispo Arias Dávila les metió en vereda porque las normas se había relajado bastante. Las actas del notario acabaron en la imprenta de Juan Paríx, por el interés del prelado segoviano en conocer el invento de Gutemberg que estaba revolucionando toda Europa. Una tarea que encargó al dean de la Catedral, Juan López de Segovia.