El pavimento es un tratamiento superficial realizado en 1992, que presenta envejecimiento, deterioro en mordientes y calzada con pérdida de betún y disgregación de áridos, lo que ha obligado a los equipos de conservación a bachearla en frecuentes ocasiones.

La calzada tiene una anchura variable comprendida entre 4,10 y 5,20 metros, según tramos, por lo que se ha ejecutado su ampliación para conseguir un ancho uniforme de 5,30 metros en calzada.

Actuaciones en la travesía

En la travesía de Castrillo de Sepúlveda se ha actuado en los tramos más peligrosos, entubando un caz de 40 metros y retranqueando un cerramiento, para seguridad de peatones y vehículos. 

Está catalogada en el inventario dentro de la Red C. La carretera soporta una Intensidad Media Diaria de tráfico (IMD) de 276 vehículos entre Castrillo y la SG-241. No obstante, al tratarse de uno de los accesos a las Hoces del Río Duratón, hay constancia de aforos puntuales (por ejemplo, en la fiesta de la Comunidad de Castilla y León) superiores a 2.000 vehículos/día en la entrada a las Hoces desde Villaseca, de los que una parte importante proceden de la carretera SG-V-2411.

Posteriormente a la realización de estos trabajos la Diputación tiene previsto una actuación de mayor calado en esta vía. En dicha carretera que discurre entre el Cruce del Burguillo a Castrillo de Sepúlveda, en el tramo entre Castrillo de Sepúlveda y el cruce de la carretera de Sepúlveda a Peñafiel, entre los kilómetros 9,300 y 11,500 se llevarán a cabo trabajos cuyo importe supone 122.000 euros. Previamente se intentará uniformar la anchura de esta calzada a 5,30 metros.