Carta abierta del Presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente.
Queridas/os compañeras/os,
Me gustaría que supierais que escribo esta carta, primero, tratando de ponerme en vuestro lugar y después, desde la máxima humildad y como tributo y reconocimiento a la labor pública que desempeñáis. En el lugar de cada uno de vosotros. Entiendo que la empatía va a ser el arma y el alma que nos ayude a derrotar, no sólo al virus que nos ha colocado a todos en una situación excepcional, difícil e inesperada, sino también la que nos ayude a acabar con todos los efectos colaterales que éste puede conllevar: la incertidumbre, la desidia, la apatía, los malentendidos, la falta de rutina, el miedo, la espera, la rabia, la impotencia, el bloqueo, el dolor… En definitiva, la falta de aire que a todos, de un modo o de otro, nos está encogiendo el pecho en mayor o menor medida.
Desde esa empatía entiendo que haya a quien le parezca que estas palabras llegan tarde. A veces hay que parar, ordenar las ideas y reflexionar. Pero, esa pausa es la que nos está faltando a todos estos días. La velocidad a la que suceden los acontecimientos nos obliga a reaccionar rápido. Nos obliga a tomar decisiones difíciles que, tal vez, esa pausa nos permitiría plantear de otra manera, nos ofrecería otra solución.
Las decisiones que vamos adoptando nos van dejando a cada uno con un rol; a unos el de seguir acudiendo al centro de trabajo, los menos, a otros el de permanecer conectados desde casa, a algunos incluso en su propia casa haciendo de retaguardia, y a otros el de estar a disposición de la institución desde una posición complicada, en la atención directa para atender a quien lo necesita en nuestros centros e incluso desde el territorio, realizando un sacrificio que valoramos y que no pasará de puntillas… a todos, el de ofrecer nuestra mejor versión para que, unidos, nuestros esfuerzos sumen y contribuyan a mantener la Diputación unida y comprometida con cada uno de los segovianos que habita nuestra provincia, resolviendo necesidades y aportando soluciones frente al caos y al desasosiego. Ese es nuestro reto diario, nuestro reto habitual, nuestro reto de siempre y debe seguir siéndolo en estos momentos que son complicados para todos y cada uno de nosotros; sin importar nuestra condición dentro de esta Casa.
Me gustaría que supierais que escribo esta carta, ante todo, para agradeceros el esfuerzo que estáis realizando estos días. Ojalá supiera deciros hasta cuándo va a ser necesario que deis más de lo mejor de vosotros y ojalá supiera también agradecéroslo mejor; ojalá estamos a la altura.
Si algo tengo claro es que, mientras este virus nos está debilitando como personas, también nos está fortaleciendo como sociedad y vuestro esfuerzo hace también que la Diputación de Segovia crezca como institución. Espero y deseo que durante estos días vuestras familias y vuestros amigos permanezcan sanos, aunque tengo que dirigirme ya a algunos de vosotros para volver a trasladaros un abrazo lleno de cariño por la pérdida de seres queridos en esta terrible lucha que nos está tocando librar. A todos vosotros, una vez más, mis condolencias y las de toda la Corporación provincial. Espero que podamos darnos esos abrazos cuando el tiempo no apremie y los relojes nos concedan segundos, minutos e incluso horas para reflexionar, y, miremos a este pasado con la sensación de haber conseguido, entre todos y cada uno desde nuestra posición, vencer a la incertidumbre, a la desidia, a la apatía, a los malentendidos, a la falta de rutina, al miedo, a la espera, a la rabia, a la impotencia, al bloqueo y, por supuesto, al dolor.
Gracias a todas y a todos, espero vernos pronto y vernos bien.
MIGUEL ÁNGEL DE VICENTE MARTÍN – PRESIDENTE