El Patronato del Alcázar de Segovia comprobó hoy con éxito el funcionamiento de la nueva red exterior de protección contra incendios, ejecutada en los dos últimos años y ya operativa ante cualquier emergencia. El Plan de Autoprotección del monumento se pone a prueba cada año con su simulacro en recuerdo del incendio que sufrió la fortaleza el 6 de marzo de 1862, con la participación de 63 personas entre el personal de propio patronato y el Archivo General Militar, los Bomberos de la ciudad, la Policía Local y los servicios de Emergencias Sanitarias del 112.
En 24 minutos finalizó la intervención con un resultado positivo. El punto de partida de la intervención se centró sofocar un incendio en el exterior del Alcázar, en concreto las llamas provocadas en la masa vegetal en la vertiente del parque norte y en el parque sur. El supuesto del simulacro partió del fuego se ocasiona de manera fortuita durante las labores de desbroce, tala y adecuación de caminos, que se propaga a gran velocidad, generando una línea de fuego imposible de sofocar por los medios propios.
El vigilante de Seguridad se vio obligado a poner en marcha el operativo dando aviso a través del 112 a los bomberos, ambulancia y servicio médico. De forma simultanea, se puso en marcha el operativo de evacuación del edificio en el que dos personas heridas deben ser rescatas y atendidas.
A los agentes de la Policía Local les correspondió regular el tráfico y facilitar el paso de los vehículos de emergencia. Por su parte, el Servicio de Extinción de Incendios desplegó siete bomberos de distintas categorías profesionales para sofocar las llamas utilizando dos vehículos-bomba urbanas ligeras desplazadas hasta el jardín de la Reina Victoria Eugenia. En este simulacro, se comprobó el funcionamiento de la ampliación de las instalaciones de protección contra incendios (PCI) que consisten en el abastecimiento de agua desde la red general del Ayuntamiento.
El Patronato del Alcázar acometió, con el diseño de los Bomberos de Segovia, una una red de agua en anillo con 5 hidrantes en la plaza a Reina Victoria Eugenia, por el Jardín de Carlos III y por el adarve sur del Alcázar, hasta la misma proa del monumento, para el abastecimiento de camiones y para la extinción de incendios directamente desde los hidrantes; y la conexión del abastecimiento al aljibe antiguo. Se ha construido un aljibe de 166 metros cúbicos de almacenamiento con un grupo de presión en el jardín de las Frutas que conecta con una red de hidrantes perimetral al Alcázar, con la intención de cerrar en anillo en el futuro.
Además, se colocó un hidrante conectado a esta red en el patio de Armas. El nuevo aljibe del Jardín de la Fruta suministrará agua al situado en la entrada del Alcázar, de 106 metros cúbicos, por si fuera necesario si se produjera una avería en la red de abastecimiento municipal o si fuera necesario contar con mayor cantidad de agua para hacer frente a las llamas. Ambas cisternas son capaces de funcionar en red.
Para optimizar la capacidad de llenado de los aljibes, la presión y alcance de los hidrantes, así como para garantizar la capacidad de reacción ante un incendio, la obra incluyó la ampliación del tamaño de la acometida de agua de la red. También se instaló una tubería auxiliar que, ante una hipotética interrupción del suministro de agua municipal, que permite el llenado de los aljibes desde camiones cisterna emplazados en la ronda de Juan II.
Proteger los valles
Con esta nueva red de protección perimetral exterior del Alcázar, se da respuesta a la necesidad de preservar el entorno de la fortaleza, un enclave singular de alto valor paisajístico y especialmente rico por su biodiversidad, gracias a esta red de protección que, desde lo alto del peñón, permitirá lanzar agua a gran distancia. “Una mayor seguridad en una zona especialmente sensible de Segovia como es el peñón rocoso bajo el que confluyen los ríos Eresma y Clamores”, subrayaron desde el Patronato del Alcázar.
Al simulacro acudieron la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, acompañada de la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, junto al Director del Archivo General Militar, Javier Alonso Herranz y el Teniente de Alcaide Ángel Manuel Borao.