La oferta de establecimientos turísticos creció un 7,21 por ciento en Castilla y León en el último año, hasta los 9.206 (619 más en total), pese a la irrupción de la pandemia por coronavirus, de acuerdo con los datos que recoge la Junta en el Boletín de Coyuntura Turística de Castilla y León de junio de 2020. El informe recoge que el 44,8 por ciento de los establecimientos turísticos de la Comunidad son casas rurales, el 25,5 por ciento viviendas de uso turístico, el 20,6 por ciento hoteles, hostales o pensiones, el 4,2 por ciento apartamentos, el 3,5 por ciento albergues y el 1,3 por ciento campings.
El aumento del número de establecimientos llegó de la mano del incremento en 545 viviendas de uso turístico (un 30,2 por ciento más, hasta las 2.349 en total) y en 27 apartamentos turísticos (un 27,8 por ciento más, hasta los 391). También aumentó en 40 el número de casas rurales (hasta las 4.124, con una subida del 1 por ciento) y existen operativos 11 albergues más que hace un año, hasta los 325 (un 3,5 por ciento más). Por el contrario, se produjeron leves descensos en el número de campings (uno menos, hasta los 117, con un retroceso del 0,85 por ciento) y de hoteles, hostales y pensiones (tres menos que un años antes, hasta los 1.900).
El boletín recoge que el volumen de viajeros se hundió un 88,8 por ciento, con caídas del 85,64 por ciento en el caso de los españoles (hasta los 90.978 viajeros) y del 97,54 por ciento en el caso de los extranjeros (con 5.694 en total frente a los 231.203 que hubo un año atrás). Por provincias, la mayor pérdida de viajeros se contabilizó en Salamanca (93,76 por ciento menos), seguida de Burgos (-91,28 por ciento), Valladolid (-89,27 por ciento), León (-88,52 por ciento), Palencia (-87,14 por ciento), Ávila (-86,17 por ciento), Soria (-85,84 por ciento), Segovia (-85,77 por ciento) y Zamora (-82,30 por ciento).
Del informe se desprende además que el número de pernoctaciones se redujo un 86,94 por ciento hasta las 185.143, y que el grado de ocupación cayó un 69,18 por ciento, hasta el 8,89 por ciento del total de plazas ofertadas.
Evolución por provincias
Por provincias, en el caso de los alojamientos rurales, León perdió 8 y Palencia 1, hasta los 559 y los 253 respectivamente. Por el contrario, aumentaron en once en Ávila (977 en total), en nueve en Burgos (458), en siete en Soria, Valladolid y Zamora (hasta los 378, 204 y 257 respectivamente), en cinco en Segovia (478) y en tres en Salamanca (560).
Respecto a las plazas ofertadas en este tipo de alojamientos, aumentó en 458 en el conjunto de la Comunidad (un 1,3 por ciento). Por provincias, solo se redujo en 12 en León (hasta las 4.763); por el contrario, aumentó en 108 en Soria (3.739 en total), en 97 en Burgos (4.814), en 71 en Valladolid (2.109), en 55 en Salamanca (4.554), en 48 en Segovia (4.349), en 37 en Palencia (2.376). en 31 en Ávila (7.516) y en 23 en Zamora (2.537).
Respecto a los hoteles, hostales y pensiones, en Ávila el número de establecimiento abiertos se mantuvo sin variación en 147, mientras que se redujo en cinco provincias; de esa forma, Burgos cuenta con cuatro menos (331 en total), Valladolid con tres menos (186), Palencia y Soria con dos menos cada una (117 y 139, respectivamente) y Salamanca con uno menos (269). Por el contrario, el número de hoteles, hostales y pensiones se incrementó en cinco en León (428), en tres en Segovia (165) y en uno en Zamora (118).
En cuanto a la oferta de plazas en hoteles, hostales y pensiones, se redujo en 66 en Castilla y León hasta las 71.639 en total. Por provincias, se redujo en cuatro provincias y aumentó en las cinco restantes. Así, el mayor descenso se produjo en Salamanca, con 126 plazas menos (12.130 en total), seguida por Soria con 43 menos (4.203), Valladolid con 33 menos (9.578) y Palencia con 28 menos (3.771). Por el contrario, el aumento más significativo en términos absolutos se registró en Segovia con 52 plazas más (6.653), seguida por León con 47 más (13.677), Zamora con 33 más (3.979), Ávila con 21 más (5.865) y Burgos con 11 más (11.783).
Incertidumbre en el horizonte
La provincia de Ávila aglutina una de cada cuatro casas rurales operativas en Castilla y León, hasta un total de 3.361. Casas de Gredos es la central de reservas que reúne a más establecimientos en la provincia, con más de 200 casas rurales, y desde la organización Icíar Domingo señala en declaraciones a Ical que el incremento de establecimientos operativos (Ávila acapara11 de los 40 casas rurales que han abiertos sus puertas en la Comunidad en el último año) se ha producido “de cara a la campaña de verano”. “Los meses anteriores se ha visto que debido a la situación actual el turismo rural iba a funcionar bien en verano y han abierto más establecimientos”, explica.
Tras un mes de julio que “ha ido bastante bien”, con reservas principalmente de largas estancias (por quincenas o incluso el mes completo), la tendencia ha variado en agosto y los usuarios ya esperan a “fechas mucho más cercanas” para realizar reservas para menos días, principalmente fines de semana y, “como mucho, semana completa”. “Por ahora sí van entrando reservas para septiembre y si seguimos así puede ser un mes, pero seguimos a la expectativa de la evolución delos casos de coronavirus”, señala.
La otra gran agrupación de establecimientos turísticos de la provincia de Ávila es Asenorg, la Asociación de Empresarios de Turismo del Norte de Gredos, que representa a un centenar de empresas, desde casas rurales hasta hoteles, tiendas, gasolineras o compañías de turismo activo. Su presidenta, Isabel Sánchez Tejado, achaca las buenas cifras cosechadas en julio a las grandes virtudes que presenta Ávila como atractivo turístico: “Tenemos suerte porque somos un destino de interior abierto, de naturaleza, y estamos teniendo muy buena acogida. Este año el mes de julio ha sido mucho más importante para los establecimientos que el del año pasado”.
Agosto, por el contrario, está siendo a su juicio “un mes raro” porque “están fluctuando” y “hay muchísimas reservas y cancelaciones de última hora”. “Las previsiones son que estemos entre el 70 y el 90 por ciento en agosto, que es más o menos lo del año pasado, pero las casas que hay por Gredos están llenas”, señala. Para septiembre, “las perspectivas son muy irregulares” ya que “hay una incertidumbre tremenda”; “no hay muchas reservas, pero sí se prevé que como llegará el final de los ertes la situación económica en general no sea muy positiva y esto afectará mucho al consumo. No se nos escapa a nadie que tendremos un otoño y un invierno complicados”.
Entre los alicientes que presenta la provincia para atraer nuevos turistas, no duda en señalar la implantación que se está realizando actualmente de la fibra óptica en Gredos y en Navarredonda, algo que considera “un gran paso para frenar la despoblación”. “Siempre hemos pedido infraestructura de comunicaciones, voz y datos, para que la desconexión digital no fuera un impedimento para la gente a la hora de quedarse a vivir aquí, y ahora parece que va a ser una realidad”, aplaude.
También asegura desconocer por qué se está ejerciendo sobre los establecimientos turísticos “una presión muy fuerte” con las inspecciones en los últimos meses, y asegura que el sector está “muy presionado” y que “no hay un trato igualitario con respecto a otros”. “El incremento del as inspecciones de sanidad lo podemos entender por la situación actual, pero las de trabajo no tanto. Todos los fines de semana hay inspecciones de todo tipo, no entendemos por qué esta zona estamos tan castigados con esto, y solo este sector, porque al resto no les hacen inspecciones tan frecuentemente”, concluye.