Se cumplen quince días de Estado de Alarma, una situación excepcional que ha alterado el modo de operar, tanto de las entidades privadas como de las instituciones públicas, entre las que se encuentra la Diputación de Segovia. Ésta, con su presidente, Miguel Ángel de Vicente, al frente, lleva desde días antes del Estado decretado centrando sus acciones en la atención a las personas y a los ayuntamientos, así como en el cuidado y desinfección de los pueblos.
Y es que, desde el día 15 de marzo, han sido varias las medidas adoptadas por la institución provincial, que se adelantaba a los acontecimientos y en la semana anterior al establecimiento del confinamiento en todo el país, constituía una Comisión Permanente de Seguimiento COVID19 que, con reuniones diarias, se está encargando de analizar los escenarios y actuar en consecuencia para, como asegura el presidente de la Diputación, “velar de la forma más apropiada por la seguridad de todos los segovianos y, de forma especial, por los de aquellas personas más vulnerables”.
Es por este motivo que muchas de las decisiones tomadas en esta quincena, que comenzaban por la suspensión de actividades deportivas, en cooperación con los ayuntamientos, y de servicios y eventos culturales como los Bibliobuses, las Aulas para Convivir Cantando, la programación del Teatro Juan Bravo o un programa de Aquí Teatro que ni siquiera llegó a inaugurarse, han estado centradas, tanto en los cerca de tres centenares de residentes de los centros de los que es titular la Diputación como en los usuarios a los que se presta servicio y apoyo desde los CEAS del Área de Asuntos Sociales.
Así, el 13 de marzo, se decidía suspender las citas previas en los CEAS y se acordaba atender de forma telefónica a los usuarios, salvo en casos de emergencia relacionados con la violencia de género o la atención a menores en situación de riesgo, se ampliaban las guardias localizadas de los médicos de los centros de la Diputación y quedaban suspendidas las salidas de los residentes y las visitas a los centros; unas medidas que iban a complementarse con el paso de los días.
El domingo 15 de marzo, se acordaba destinar al centro Juan Pablo II a la mitad de los técnicos de Inclusión Social de los CEAAS y se establecía ofrecer apoyo emocional a los residentes de los centros a través de llamadas y videoconferencias. Ya el lunes 16 de marzo quedaban elaborados planes de contingencia para los centros, se tomaba la decisión de que el personal compartido por varios centros permaneciese en un solo para evitar contagios y se comenzaban los esfuerzos por conseguir material de protección para ser distribuido, tanto en los centros como a la empresa adjudicataria del servicio de Ayuda a Domicilios.
Apenas un par de días después, la Comisión establecía diferentes protocolos de actuación urgente en los CEAS, entre los que se incluía el servicio de apoyo para la Adquisición de productos Farmacéuticos, de Alimentación e Higiene o la información y activación de recursos para la cobertura de necesidades básicas urgentes. Mientras en los centros se continuaban mejorando las facilidades de comunicación entre residentes y familiares, tanto por vía telefónica como por vía telemática, se abría la búsqueda de profesionales para una mayor cobertura sanitaria en los centros residenciales. De este modo, en los últimos días se ha llevado a cabo la contratación de alumnos de Enfermería de último curso y el incremento del personal de atención directa, algo que ha permitido avanzar en el cuidado de los residentes dependientes de la Diputación, a quienes se ha dotado de dispositivos móviles con los que comunicarse con sus seres queridos. Además, la Diputación ponía a disposición de la Consejería de Sanidad sus centros y el 21 de marzo, siete pacientes de la Unidad de Agudos de Psiquiatría del Hospital General eran trasladados al CSS La Fuencisla.
Para Miguel Ángel de Vicente, quien considera los servicios sociales uno de los buques insignia de la Diputación desde hace años, “estas medidas y otras implantadas tanto en los centros como en los CEAS hacen que todo el trabajo de estos años, especialmente desde la puesta en marcha de la Estrategia 20.20, cobre aún más sentido, ya que continuamos demostrando que lo más importante son las personas y que ellas son las destinatarias principales de nuestros esfuerzos”.
Pero las medidas de esta última quincena no sólo han ido encaminadas a los servicios sociales; los pueblos, los ayuntamientos y los vecinos de la provincia, sin los cuales la existencia de la Diputación no tendría sentido, también han sido los principales destinatarios de unas decisiones que comenzaban por el paso de la atención presencial en las dependencias de la institución, que quedaban cerradas de forma progresiva, a la atención telemática. Desde el principio, los plazos y términos administrativos en la tramitación de procedimientos y convocatorias quedaban suspendidos, se retrasaba el inicio del pago voluntario de tributos y tasas municipales recaudados por la Diputación y se potenciaba el papel de la Administración Electrónica. El Servicio de Asistencia a Municipios, Modernización y Relaciones Institucionales daba un paso al frente en este sentido y ponía a sus técnicos a disposición de los ayuntamientos para facilitarles la resolución de dudas e incidencias referentes a sus Sedes Electrónicas y, hace unos días, les ofrecía asistencia para realizar sesiones plenarias de forma telemática en una medida pionera.
Por último, durante estas semanas de Estado de Alarma, en las que los trabajadores están contribuyendo a la flexibilización laboral establecida por la Diputación, que ha comprendido, entre otras medidas, el traslado temporal de los empleados públicos a otros servicios y la realización de trabajos diferentes a los habituales, la institución ha llevado a cabo la limpieza y desinfección de los entornos públicos de los municipios, completando así el trabajo realizado por los propios ayuntamientos.
“Hoy comenzamos a recorrer de nuevo los pueblos para su desinfección”, señala Miguel Ángel de Vicente, quien agradece las muestras de cariño y agradecimiento mostradas por los segovianos en la provincia y afirma que “durante estos quince días el trabajo realizado por los empleados de la Diputación está siendo ejemplar; vamos a seguir analizando los escenarios y tomando medidas que favorezcan, en la medida de nuestras posibilidades, la seguridad de los ciudadanos”. Esa seguridad afecta también al aspecto económico, algo que la Diputación no olvida y, motivo por el cual, una de las últimas decisiones adoptadas por la institución ha sido la de suspender durante tres meses el cobro de las tasas de alquiler a los emprendedores de las oficinas del VICAM.
Necesidad urgente de profesionales sanitarios y sociosanitarios
Por otro lado, la Diputación vuelve a necesitar de manera urgente la contratación de profesional sanitario y sociosanitario, para cubrir necesidades en sus centros residenciales. Esta oferta se extiende a médicos y enfermeros, abriéndose también a estudiantes de último curso de ambas ramas sanitarias. En cuanto a los profesionales sociosanitarios, además de auxiliares de enfermería y técnico auxiliar de personas dependientes, también se abre el abanico a aquellas personas sin titulación, pero con experiencia en el cuidado de personas mayores o dependientes. En este sentido, todos los interesados pueden enviar el currículum al servicio de Personal a través del correo electrónico personal@dipsegovia.es.