La plataforma ciudadana ‘No Más Mierda’ solicitó a la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León, la revocación de las tres autorizaciones medioambientales otorgadas a la planta de compostaje’ de Fuentepelayo (Segovia) así como la retirada y entrega a un gestor autorizado, de la totalidad de las basuras pendientes de tratamiento y reprocesado que se amontonan en el interior de la instalación. Según este colectivo, el responsable no ha informado del cese de la actividad al Consistorio de Fuentepelayo.
El presidente de la plataforma ‘No más Mierda,’, José Luis Ordóñez, recordó que han pasado cuatro años desde que el servicio territorial de Medio Ambiente y la Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental adoptaron las medidas provisionales de los expedientes sancionadores, en materia de residuos, requiriendo a la empresa Agramam la retirada y entrega a gestor autorizado de la totalidad de los residuos, de conformidad con las condiciones de la autorización adoptada en agosto de 2013, de todos los materiales, pendientes de tratamiento y reprocesado, confinados dentro de los límites de la instalación autorizada, es decir, «amontonados dentro de la planta».
Este requirimiento, explicó Ordóñez, no ha sido ejecutado por el gestor de residuos de Fuentepelayo porque ha abandonado la planta y todo lo que ella contiene. “La empresa gestora no cuenta con personal trabajador desde finales de 2016 y las instalaciones tienen las vallas de cerramiento rotas, el acceso al interior es libre, con riesgo para las personas, sobre todo adolescentes, y para los animales domésticos y salvajes”, detalló.
Los integrantes de la plataforma comprobaron esta misma semana que la zona de descarga y premezcla está encharcada, y que las balsas objeto de la licencia ambiental municipal, de junio de 2010, están a punto de rebosar. “Con las lluvias ya se han producido varios momentos de rebosamiento y de circulación del agua por el interior de la planta saliendo a su exterior contaminando el suelo y el agua, tanto superficial como subterráneamente”, explicó José Luis Ordoñez.
También denunciaron que el sistema de lixiviados funciona incorrectamente bien por defecto de diseño o bien por defectos de mantenimiento. A pesar de no apreciarse actividad en la planta, la empresa no ha presentado la comunicación previa de cese de actividad ante el Ayuntamiento de Fuentepelayo, ni el cese temporal de la misma, en los términos y plazos que se hubieran determinado en aquella. Esto puede ser una infracción grave del Decreto de 2015, por el que se aprobó el texto refundido de la Ley de Prevención Ambiental de Castilla y León.