El Ministerio de Fomento espera la entrada en servicio a principios del próximo año de 21 nuevos kilómetros de autovías y circunvalaciones urbanas en Castilla y León, tras una inversión de 75 millones de euros, a los que a lo largo del ejercicio podrían sumarse otros 30, si bien los trabajos en estos casos se encuentran menos avanzados y pendientes de la evolución del tiempo lo que podría retrasar su puesta en servicio, incluso, a 2021.
El calendario de Fomento para 2020 incluye la entrada en servicio de entre tres o cuatro tramos de la Autovía del Duero, todos en Soria, así como el que está pendiente de la ronda de Segovia (SG-20) y el tramo concluido de la Autovía de Castilla (A-62) en Fuentes de Oñoro (Salamanca), pero no inaugurado por el estado de las obras en territorio portugués, lo que impide el enlace completo con la IP-5.
Los trabajos avanzan en la red viaria de alta capacidad que se construye desde incluso antes de la crisis en Castilla y León. Además, las máquinas ya trabajan en el tramo de la A-11 entre Tudela y Olivares de Duero, en Valladolid, así como en la AP-73 entre Pedrosa de Valdelucio y Bascones de Valdavia y en la A-12 (Autovía del Camino de Santiago), entre Burgos e Ibeas de Juarros.
Aunque el país sigue sin presupuestos generales, la inversión de la Administración General del Estado no se ha detenido en las obras iniciadas. Esto permitirá sumar a Fomento nuevas inauguraciones en la A-11, donde esta primavera se pusieron en servicio los 8,5 kilómetros entre Santiuste y El Burgo de Osma, tras ejecutarse una inversión de 38 millones, y otros seis entre La Mallona y Venta Nueva, lo que requirió 29,7 millones.
Para 2020, la ‘hoja de ruta’ del Ministerio de Fomento marca en primer lugar la apertura al tráfico, a primeros de año, del tramo entre San Esteban de Gormaz y la futura variante de Langa de Duero, cuyo grado de ejecución supera el 93 por ciento. Se trata de 12,8 kilómetros de nueva autovía en tierras sorianas, que se contrataron en 47,88 millones en julio de 2009, es decir, hace más de diez años, con un plazo de ejecución de 39 meses (tres años y tres meses).
También los conductores podrán circular por el segundo tramo (A) de la circunvalación de Segovia, puesto que su construcción supera el 80 por ciento. El vial, que suma 8,4 kilómetros, va desde el enlace con la autovía de Pinares (Segovia-Valladolid) hasta la conexión con carretera autonómica CL-601. Rodea la capital de noroeste a suroeste, con cuatro enlaces y tres viaductos para salvar los ríos Cigüiñuela y Eresma y el arroyo Cerezo.
Hace cuatro años, el Ministerio adjudicó a Dragados en 28,03 millones las obras de este tramo, que se vieron paralizadas durante unos dos meses para solucionar el problema de la retirada de los residuos de un vertedero que se encontraba en la zona de apoyo de los pilares de ampliación del puente sobre el río Eresma.
También, se trabaja en la construcción del tramo Venta Nueva-Santiuste, de 16 kilómetros y un presupuesto de 76,2 millones, si bien se ha ejecutado algo más del 55 por ciento. Las últimas previsiones difundidas por Fomento situaban su apertura en noviembre de 2020.
Respecto a la A-11 entre El Burgo y San Esteban de Gormaz, Fomento estima que la ejecución ronda el 25 por ciento, si bien el Ministerio calculó a principios de año que este tramo podría abrirse al tráfico en septiembre de 2020. Ade sigue paralizado el tramo Langa de Duero-Aranda de Duero, que lleva tres años bloqueado en espera de una nueva licitación.
No obstante, todas estas actuaciones están condicionados por la evolución del tiempo, puesto que la Comunidad afronta ahora unos meses de invierno, que podrían ralentizar los trabajos. De hechos el frío y las bajas temperaturas complican la extensión de la capa de rodadura, una masa bituminosa en caliente que no se puede manipular con temperaturas muy bajas.
Finalmente, el próximo año se iniciarán, previsiblemente, las obras de la A-12 entre Villamayor del Río (Burgos) y Santo Domingo de la Calzada (La Rioja).