El Ayuntamiento de Segovia dio por finalizada la intervención en el Jardín de los Poetas, cerrado al público tras la localización en noviembre de un agujero de pequeñas dimensiones junto al adarve de la muralla. El cubo 59 fue el que se derrumbó en 1998 y fue reconstruido por la Junta de Castilla y León, circunstancia que llevó a realizar una inspección más minuciosa del terreno, en la que intervinieron técnicos del Servicio Territorial de Cultura de la Junta, bomberos y técnicos municipales.
Para reconocer la zona se realizaron tres catas en el adarve con el preceptivo seguimiento arqueológico, lo que permitió observar el estado actual de los terrizos y de la propia muralla. El resultado, explicaron desde el consistorio, es que “no se advierten oquedades ni hundimientos, más allá del agujero localizado surgido por la acumulación de agua en la zona, ni daños estructurales en el monumento”.
Los pozos resultantes de las catas se recubrieron por colmatación con la propia tierra de la excavación, dejando convenientemente afirmada la superficie con el borrillo preexistente y adecentado el adarve para su utilización normal.