El Ministerio de Fomento ha confirmado, como adelantaba la agencia Ical, que tiene previsto poner en servicio mañana la duplicación del tramo de la circunvalación a Segovia (SG-20), entre los enlaces con la CL-601, la carretera de La Granja, y la N-110, en sentido Ávila, con un total de 7,1 kilómetros, una inversión de 19,6 millones de euros y tres años de ejecución. En paralelo, remarcaron, continúan avanzando las obras de conversión en autovía del tramo contiguo hasta la conexión con la A-601 a Valladolid.

Desde el Ministerio de Fomento explicaron que “varios factores aconsejaban la transformación” de la SG-20 en una autovía como la elevada intensidad de circulación, la existencia de infraestructuras de doble calzada que enlazan con ella y a las que dota de continuidad, como son la autopista AP-61 (Segovia-San Rafael) y la autovía autonómica A-601 (Segovia-Valladolid), y la mejora de la seguridad vial.

El presupuesto de las obras del tramo que se pone en servicio asciende a 18,3 millones de euros, importe que sumado al coste estimado de las expropiaciones y de las asistencias técnicas vinculadas a las obras, arroja una inversión total estimada de 19,6 millones de euros. En cuanto a las características técnicas, supuso duplicar la carretera que circunvala la ciudad de Segovia por el Este, con 7,1 kilómetros de los 15,5 totales de la circunvalación, con dos calzadas con dos carriles cada una de 3,5 metros, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de 1 metro.

Los trabajos, que duraron tres años, remodelan los dos enlaces existentes en este tramo: el enlace con la autopista AP-61, con ramal semidirecto que mejora la conexión entre la autovía A-601 y la autopista AP-61, el itinerario Valladolid – Madrid, y el enlace con la carretera N-110, con acceso a Segovia Oeste y Villacastín – Ávila. Además de la construcción de ocho estructuras, en las cuales hay un paso superior, seis pasos inferiores y un 1 viaducto.

Como medidas de integración ambiental de la obra, desde Fomento, señalaron la adecuación de las obras del drenaje al paso de pequeña fauna; la revegetación de los taludes de terraplenes y desmontes empleando tierra vegetal e hidrosiembra; la plantación de especies autóctonas de árboles y arbustos; la instalación de pantallas contra el ruido en zonas cercanas a la población y el seguimiento arqueológico de las obras.

La construcción de este vial que circunvala la ciudad de Segovia permitirá acabar con un cuello de botella para los tráficos en el área metropolitana, así como para aquellos de largo recorrido que tienen como origen o destino Madrid, el interior de la meseta o incluso el norte peninsular.

No obstante, continúan los trabajos en el segundo de los tramos de la SG-20, que persiguen convertir en autovía otros ocho kilómetros, hasta un total de 15,5, una meta que podría alcanzarse antes de lo previsto, con lo que se acabaría con una demanda histórica, que se remonta a hace casi dos décadas. La SG-20 soporta, según los cálculos de Fomento, una alta intensidad de tráfico, que alcanza los 18.000 vehículos diarios de media en algunos puntos.

El proyecto consiste en duplicar la actual carretera SG-20 que circunvala la capital segoviana por el este por los términos municipales de Segovia, Bernuy, La Lastrilla y San Cristóbal. Además, enlazan con ella infraestructuras de doble calzada, como la autopista AP-61 de San Rafael a Segovia y la autovía autonómica A-601 de Segovia a Valladolid.

Como ya informó Ical, todo parece indicar que pronto también será posible poner en funcionamiento el otro tramo (A), adjudicado a Dragados que, con sus 8,4 kilómetros va desde el enlace con la autovía de Pinares (Segovia-Valladolid) hasta la conexión con carretera autonómica CL-601. Rodea la capital de noroeste a suroeste, con cuatro enlaces y tres viaductos para salvar los ríos Cigüiñuela y Eresma y el arroyo Cerezo.

Hace casi cuatro años, el Ministerio adjudicó a Dragados en 28,03 millones las obras de este tramo, que se vieron paralizadas durante unos dos meses para solucionar el problema de la retirada de los residuos de un vertedero que se encontraba en la zona de apoyo de los pilares de ampliación del puente sobre el río Eresma.

A la espera 18 años

La circunvalación de Segovia entró en servicio en octubre de 2001 y poco más de un año después, en diciembre de 2002, el Gobierno central (en manos del PP) anunció su intención de desdoblarla. Hasta ahora tiene un carril por sentido en la mayor parte del trazado, que discurre por Segovia, Bernuy de Porreros, La Lastrilla y San Cristóbal a lo largo de 15,5 kilómetros.

La elevada siniestralidad que registró sobre todo en sus comienzos (12 fallecidos en el primer año) elevó la polémica en torno a esta vía que se concibió con una previsión de 6.000 vehículos de media al día, cuando el tramo con más movimiento (los 2,9 kilómetros que separan las salidas hacia San Cristóbal y La Granja) supera en la actualidad los 18.000.

El estudio informativo para el desdoblamiento se licitó finalmente en marzo de 2004, pero no fue hasta finales de 2009 y principios de 2010 cuando el departamento que entonces dirigía el socialista José Blanco dio luz verde al proyecto con un presupuesto de 63,7 millones de euros.

Los cruces de reproches políticos, sobre todo entre PP y PSOE, han sido constantes en este tiempo en torno a un proyecto que ha contado con diversas partidas en los Presupuestos Generales del Estado, con gobiernos de uno y otro color y la mayoría sin ejecutar.