Ganas de compartir la poesía por cada rincón en el Festival Pan Duro de Brieva.
A lo largo del fin de semana la localidad ha ofrecido recitales, presentaciones de libros, tertulias o comidas y vermús en los que la palabra ha sido la protagonista.
El presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, quiso acompañar al abogado Antonio Garrigues en las campanadas del Año Nuevo Poético.
Un año más, los vecinos de Brieva han abierto las puertas de sus casas de par en par para mostrar a todos los visitantes del Festival Pan Duro el significado de considerarse un pueblo poético que ama las palabras y que acoge a todos aquellos que las valoran. Durante todo el fin de semana, el municipio segoviano ha sido, gracias a la colaboración de la Diputación de Segovia, residencia y escenario de quienes disfrutan con las palabras en todas sus manifestaciones, ofreciéndoles un espacio en el que, de nuevo, lo más reseñado por poetas y público ha sido la sensación de comunidad generada y las ganas de compartir lo que iba sucediendo en cada rincón; transformando, desde las librerías hasta los bares de la localidad.
Desde la llegada el miércoles de los primeros poetas residentes hasta la clausura en la tarde de ayer del Festival, los vecinos de Brieva han disfrutado de una serie de eventos y experiencias que comenzaban el viernes con una bienvenida diferente y dinámica a cargo de la alcaldesa, Pilar Martín, y de la artista Luz Pichel, y que continuaban con un homenaje a la labor de las personas mayores que disfrutaron antes de la poesía.
Nombres como los de Consuelo Martín, Tomás Calleja, Gabriel Gómez o Jesús Bayón se alternaron con los de Balbina Jiménez y su ‘Coraje verbal’ o con los de nuevas generaciones que pusieron el contrapunto actual y urbano a un ir y venir de emociones, así como de participación vecinal, que continuó el sábado con una intensa jornada que se prolongó desde las 11:30 horas de la mañana hasta las 23:00 horas.
Mientras a lo largo del día los vecinos de Brieva pudieron disfrutar de una exposición, una tertulia o un Vermut Guiomar −en torno a una caldereta casera−, dedicado a poetas y creadores segovianos, además de la actividad dirigida a niños y público familiar con la que David Hernández Sevillano inauguró la mañana, durante la tarde los espectadores que se aceraron a la localidad pudieron descubrir qué se escondía tras los conceptos de ‘Gil Tonic’ o ‘Poesía Chi’.
Antes de que el jurista y presidente de Honor del prestigioso despacho Garrigues, Antonio Garrigues Walker, acompañado del presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, y de la alcaldesa de Brieva, Pilar Martín, procediese a dar las doce campanadas del Año Nuevo Poético, así como a la consiguiente ‘liberación’ de la poesía y los poetas, tuvo lugar otra de las actividades más peculiares de este Festival Pan Duro: la ‘Letanía a los burros’, un homenaje a la labor de estos animales que tanto han acompañado los trabajos de los hombres. Esta particular romería dio pie a la bendición de Pan Duro, a la que siguió ‘#LdeLírica’, una actividad presentada por Gonzalo Escarpa que puso en escena a Sofía Comas, Carlos Ávila y Javier Maroto.
Finalmente, y entre églogas con pastores, contenidos multimedia o un recital de Nómadas del Verso, entre otras actividades, el Festival Pan Duro de Brieva echó ayer domingo el cierre con la proyección en homenaje a Gloria Fuertes de ‘Rotos y descosidos’, realizado por Juan C. Gargiulo Blanco en colaboración con la Asociación segoviana Paladio Arte.