El Colegio de Psicología de Castilla y León impartirá en las nueve provincias cursos de apoyo para familiares de personas con alzhéimer.
En Segovia, la charla tendrá lugar el día 18 de octubre, dentro de la Celebración del Día Mundial del Alzheimer.
La patología afecta a más de 100.000 personas en la Comunidad y los profesionales advierten de que “no saber afrontar los problemas de conducta supone una carga emocional para el familiar”.
El Colegio de Psicología de Castilla y León (Copcyl) impartirá charlas-taller en las nueve provincias dirigidas a familiares de personas y que se celebrarán durante los meses de septiembre y octubre. Esta patología afecta a más de 100.000 personas en la Comunidad, cuyos cuidados recaen principalmente en los familiares directos, que en muchas ocasiones presentan problemas de ansiedad derivados de su labor de atención a los pacientes, según un comunicado de este colegio.
El Copcyl, a través del grupo de trabajo de ‘Psicología del Envejecimiento’, tiene como objetivo con estos talleres ofrecer herramientas psicológicas para poder atender a las personas que se encuentran en esta situación.
Las charlas, que se enmarcan en la celebración del Día Mundial del Alzhéimer el 21 de septiembre, comenzarán en León y Salamanca los días 19 y 26 de este mes, respectivamente. Ya en octubre se extenderán a Valladolid el día, a Zamora el 4, a Soria el 7, a Palencia el 9, a Burgos el 14, a Segovia el 18 y, por último, a Ávila el 23.
“No conocer, y por consiguiente no saber afrontar los problemas de conducta de la persona con alzhéimer, supone una carga emocional para el familiar”, aseguró Marta Abril, del grupo de trabajo de ‘Psicología del envejecimiento’. “En estos casos aparecen sentimientos de culpa, ansiedad ante no saber cómo actuar y ante el porqué de su comportamiento, lo que también implica una intervención y apoyo psicológico directo con el familiar”, añadió.
Este grupo ha elaborado una guía para identificar los problemas de conducta relacionados con el alzhéimer, los signos y síntomas para diferenciarlos y las pautas de actuación. Uno de los principales objetivos es ayudar a los familiares a actuar correctamente ante las actitudes problemáticas de los pacientes, ya que responden a situaciones que les incomodan. “Las personas con alzhéimer no son capaces de comunicarse con normalidad, por lo que es importante conocer las causas de cada comportamiento y cómo solucionarlas”, afirmó Abril.
Los efectos secundarios a la medicación o la enfermedad y el dolor son algunos de los desencadenantes de los problemas y, en esta ocasión, es necesario acudir al médico. Sin embargo, existen otros condicionantes que pueden ser atendidos y reducidos por los familiares y la guía del Copcyl recoge posibles soluciones para facilitar la tarea de los cuidadores.
Consejos para cuidadores
La deambulación, síntoma que suele presentarse habitualmente en las personas con alzhéimer, puede solventarse con actuaciones que activen al paciente y le generen una serie de rutinas, como dar paseos acompañado o doblar ropa. “Es importante tener en cuenta que un espacio organizado facilita las rutinas. Una buena opción es ordenar los cajones en función de la forma de vestirse de la persona; es decir, si se empieza por arriba, las camisetas deberán estar guardadas en el primer cajón”, señaló Marta Abril.
En muchas ocasiones los pacientes son incapaces de comunicarse de forma eficaz con las personas de su entorno, por lo que buscar apoyos visuales es muy recomendable, ya sean carteles, calendarios o relojes. “Poner en un lugar visible un cartel en el que se indique que la cena es a las 8 de la tarde puede ser de gran ayuda”, aseguran desde el grupo de trabajo del Copcyl.
Por otra parte, la sobreestimulación y las tareas complejas generan una gran “incomodidad” en las personas con alzhéimer, y es necesario reducir su ansiedad a través de la “secuenciación de las actividades, es decir, simplificarlas siguiendo pequeños pasos”.
Los familiares y cuidadores en muchas ocasiones se enfrentan a la agresividad física y verbal de los pacientes, problema que también recoge la guía. “Las conductas agresivas deben ignorarse manteniendo la calma y lo más acertado es hablar despacio con un tono de voz adecuado, por delante y mirando a la persona a los ojos”, matizó Abril. La guía señala la necesidad en estos casos de proponer actividades incompatibles con el comportamiento agresivo, como “pedir la ayuda para servir la comida al paciente cuando éste se niegue a comer e intentarlo de nuevo más tarde”.
Las personas cercanas a pacientes con alzhéimer “deben actuar de forma correcta ante una conducta permanente, ya que puede resultar contraproducente para los afectados a largo plazo”. Por ello, el Colegio de Psicología insiste además en que “dignificar la vida de la persona con esta patología tiene que dirigir y ser el eje de toda la intervención desde el inicio de la misma”.