Otones de Benjumea es un pequeño pueblo situado a 30 kilómetros al noreste de Segovia capital que cuenta con uno de los mejores museos pedagógicos de toda España. La asociación cultural ‘El Corralón’ abrió este espacio para el recuerdo en las Antiguas Escuelas hace 22 años y ha recibido más de 40.000 visitantes atraídos por este curioso recorrido por el patrimonio educativo de los últimos 150 años.
A finales de los 90, asegura Juan Francisco Cerezo, miembro de la asociación cultural ‘El Corralón’, surgió una corriente para proteger y rescatar el patrimonio educativo. Los historiadores de la educación empezaron a prestar atención a la recuperación y el estudio del patrimonio pedagógico, que se conoce como etnografía escolar o la etnohistoria de la escuela. En Otones de Benjumea lo hicieron realidad creando su museo pedagógico ‘La Última Escuela’.
Juan Francisco Cerezo explica que este trabajo realizado a lo largo de las últimas tres décadas fue recogido en una publicación sobre Museos Pedagógicos de España que recoge el de Otones como “una de las 16 iniciativas más notables de todo el país”. También cuentan con varios premios nacionales, regionales y provinciales como el galardón ‘Fuentes Claras’, que concede la Junta de Castilla y León, o el premio ‘Macario Asenjo Ponce’ del grupo d de Acción Local del Nordeste Segoviano, Codinse.
El proyecto comenzó en 1996 transformando algunos espacios de las Antiguas Escuelas en museo con cerca de 800 objetos relacionado con la escuela y la educación desde mediados del siglo XIX y todo el siglo XX. Con el paso de los años y el éxito que iba consiguiendo el museo, los integrantes de ‘El Corralón’ afrontaron sucesivas ampliaciones, adecuando nuevo espacios como el patio. A día de hoy, el Museo Pedagógico de Otones cuenta con 25.000 objetos de todo tipo relacionados con el mundo de la educación.
Un museo diferente y muy curioso que se nutre de las donaciones “de los colegios que cuando hacen obras o limpieza nos llama para que vayamos a ver lo que tienen”. También objetos donados por visitantes que han pasado por el museo y después han recopilado cosas en sus casas y se las han traído y “compras de materiales que hacemos nosotros dentro de lo que podemos”.
Entre libros y pupitres
Las aulas de Otones atesoran los objetos que utilizaron cuando iban a la escuela nuestros tatarabuelos, bisabuelos y abuelos en libros de texto, de lectura, de consulta, todo el material escolar, colecciones de juegos y de juguetes. Así como el mobiliario de las clases primero en mesas, luego los pupitres, pizarras, y todo lo que también utilizaban los maestros y maestras como recurso para la enseñanza. Un recorrido muy visual por la historia de la escuela y su evolución década tras década también en fotografías.
Los fondos del museo tienen cifras astronómicas como más de 16.000 libros educativos y más de 4.000 objetos de menaje escolar. Además, con la intención de guiar y orientar la interpretación de la realidad escolar, los visitantes disponen del material publicado por la asociación, con un catálogo-libro y un vídeo sobre ‘La Última Escuela de Otones’.
Con este proyecto colectivo, dentro de la dimensión rural, los vecinos de este pueblo segoviano hacen un homenaje y reconocimiento “a los maestros y maestras, a las familias, a los niños y niñas que alentaron el discurrir de la escuela” porque los años de formación son muy valorados “como una de las raíces más importantes de nuestras vidas” para todos los que han tenido “la oportunidad de impregnarnos de su cultura”.
Juan Francisco Cerezo afirma que hacen todo lo posible para que este museo sea muy visitado y se pueda dar a conocer el patrimonio educativo vinculado a la escuela rural. Para todos los interesados en conocer el Museo Pedagógico ‘La Última Escuela’ lo mejor es contactar previamente a través de los números de teléfono: 921 43 47 50, 921 50 10 17 y 686 068 041. También disponen de mucha información en su página web, en la redes sociales y folletos en oficinas de turismo.
Etnografía
En la asociación ‘El Corralón’ están muy orgullosos de su museo porque en estos 22 años de apertura al público ha recibido más de 40.000 visitantes que es una cifra muy importante para un pueblo “tan pequeño”, con menos de 70 vecinos censados pero con una gran fuerza cultural y social porque a este colectivo cultural pertenecen 350 socios en el que están implicados los hijos del pueblo que viven en otras ciudades pero guardan un fuerte vínculo con Otones y con Torreiglesias, municipio al que pertenece esta localidad.
La asociación ‘El Corralón’ es muy longeva con cuatro décadas de historia y muy inquieta porque gestiona un segundo museo en el pueblo: el museo etnográfico. Éste segundo espacio museístico esta ubicado en la ‘Casa del Marqués’ que sirvió de residencia de temporada a los nobles propietarios de la zona. Los vecinos de Otones han realizado un recopilación de objetos antiguos para reconstruir su vida cotidiana: las labores agrícolas y ganaderas de la siembra, la recolección, la vendimia o el pastoreo.
También objetos vinculados a otros oficios como la albañilería, carpintería o la herrería, y un gran número de objetivos de las casas, los útiles del hogar y enseres domésticos, que se completan con con juegos y fotografías cedidas por los propios vecinos para dar vida a las diferentes estancias del Museo Etnográfico