La concejala del pueblo valenciano de Catarroja Datxu Peris ha afirmado, a la salida del Juzgado de Sepúlveda, que no se arrepiente de las declaraciones que colgó en Facebook, el 10 de julio de 2016, tras la muerte del torero Víctor Barrio, en las que valoró que el único aspecto positivo de la noticia, es que «había dejado de matar».
Por su parte, el letrado de la familia del diestro y de la Fundación Toro de Lidia, José Miguel Soriano, aseguró que durante el juicio quedó acreditado que hubo “una intromisión ilegítima al derecho al honor” de Víctor Barrio.
Datxu Peris no quiso hacer ningún tipo de declaración a la salida del juzgado, remitiéndose a su abogado y al portavoz del colectivo ciudadano que le ha acompañado hasta Sepúlveda desde Valencia. Sus únicas palabras fueron que “la Justicia seguirá su curso” y ante la insistencia de los periodistas, afirmó un rotundo: “no me arrepiento”, en referencia a las declaraciones realizadas tras muerte del torero Víctor Barrio, por las que hoy se ha sentado en el banquillo de los acusados.
Por su parte, José Miguel Soriano lamentó que Datxu Peris no se arrepienta y se mostró convencido de que la jueza atenderá “las peticiones en derecho y condenará a la señora Peris para el restablecimiento del honor de Víctor Barrio”, recoge ICAL.
Soriano resaltó que es muy importante que el Ministerio Fiscal, haya apoyado “con mucha firmeza la posición de la parte demandante”. Para el abogado, en el juicio ha quedado acreditado que ha habido una intromisión ilegítima al derecho al honor del torero, fallecido en la plaza de toros de Teruel el 9 de julio de 2016.
La viuda y los padres del diestro segoviano y la Fundación Toro de Lidia solicitan que la concejala valenciana se retracte de sus declaraciones, publique en su perfil de la red social, la sentencia, y una indemnización “simbólica” de 7.000 euros. José Miguel Soriano explicó que la renuncia al interrogatorio a Datxu Peris se debió a “una cuestión de estrategia procesal”.
«Es una cuestión procesal sencillamente”, resumió Soriano. La única prueba realizada durante la celebración del juicio fue escuchar la entrevista realizada por el periodista Carlos Herrera a Datxu Peris, para preguntarle si había escrito, que “el aspecto positivo en la muerte de Víctor Barrio es que había dejado de matar”.
En su turno de conclusiones, el abogado de la familia de Víctor Barrio expuso que las declaraciones de la edil de Catarroja cumplen a «rajatabla» las tres premisas que la doctrina del Tribunal Supremo establece para el delito de intromisión al derecho al honor”.
Palabras vejatorias
Para el abogado demandante, la concejala valenciana utilizó “expresiones y palabras vejatorias y ofensivas que son totalmente innecesarias”, para emitir una opinión, ya que podría haber utilizado otras muchas frases y expresiones para defender su postura sobre la tauromaquia.
La viuda de Víctor Barrio, Raquel Sanz, junto a familiares, a la salida del juzgado de Sepúlveda
El abogado de la Fundación Toro de Lidia expuso que es evidente que el lenguaje empleado fueron “palabras ofensivas a la memoria de esta persona”, que había fallecido unos días antes, y no para “manifestar su posición sobre la tauromaquia”. Además, argumentó que utilizó “la red social mas conocida”, porque había un ánimo de dar publicidad y “ahondar más en el daño”, con un comentario que llegó a los principales medios de comunicación del país. “Vomitó esa ofensa a la memoria de Víctor Barrio y su familia”, sentenció el abogado.
Además, recordó que lejos de retractarse, en febrero de 2017 dijo “lindezas” como llamar a los toreros “asesinos en serie”.
Mensaje en valenciano
Por su parte, el abogado de la concejala, Hugo Sánchez, argumentó que se debería “desestimar la demanda” y basó su defensa en una mala traducción del valenciano de la declaración de Datxu Peris en la que “se utilizo la traducción de Google”.
Y presentó una traducción alternativa, que “no ha sido rechazada ni impugnada”, por las otras partes. Según el abogado defensor, donde se dice “tener tanto miedo”, ella dijo “para no sufrir tanto”. Y no dijo que Barrio, había “matado en masa”, sino que “a lo largo de su carrera ha matado mucho”. También recordó que ella es concejala de una pequeña localidad y lo hizo en su perfil personal en redes sociales donde tiene «300 amigos».
Para Hugo Sánchez no hay vulneración de derecho al honor, porque sus palabras hubieran sido las mismas si hubiera fallecido otro torero. Su comentario, continuó, no fue “una crítica hacia el señor Barrio sino hacia la tauromaquia”, porque fue “reflexión política”, como concejala y simpatizante del movimiento animalista. Fue “una manifestación política dentro del proyecto político del que forma parte”.
El abogado defensor insistió en que no quiso “menospreciar, ni menoscabar su reputación”, y que, su comentario, “en nada afecta”, en el seno de los aficionados a la tauromaquia, “que fuera mejor o peor torero”. Por último, recordó que su clienta en ningún momento se alegró de la muerte de Víctor Barrio, sino todo lo contrario, ya que Barrio «era una víctima más» de la tauromaquia, en una tarde, donde en vez de haber seis muertes, «hubo siete».
Imagen: Diego de Miguel / ICAL