El 3 de octubre se cumple un año de la inauguración de la torre de la Catedral de Segovia. Tras quedar restaurada en 2003 en el marco del Plan Director de la Catedral, la torre permaneció cerrada sin ningún uso, hasta que a principios de 2014 se abrió al público.
La inversión de cerca de 50.000€ destinada al acondicionamiento de las instalaciones y de los accesos para turistas, medios audiovisuales y restauración del patrimonio fueron posibles gracias a la coordinación del Cabildo Catedral y diferentes empresas que prestaron sus servicios. La ayuda económica gracias al ‘pequeño mecenazgo’ fue fundamental para la recuperación de la torre.
El balance del primer año, según el cabildo de la Catedral, «es positivo en el número de visitas y en las reacciones de aquellos que han realizado la visita guiada» En un principio, las visitas semanales estimadas por el propio Cabildo fueron de 750, aunque finalmente han quedado por debajo hasta situarse en 323. El cómputo global es de 15.526 visitas, que se han hecho de lunes a domingo en tres turnos a las 10.30; 12.30 y 16.30, excepto festivos en Navidad y Semana Santa cuando la Catedral cierra.
Entre los que han participado en la visita guiada destaca el turismo nacional, pero también un importante número de turistas extranjeros, representados en su mayor parte por ciudadanos de nacionalidad francesa, alemana, portuguesa y brasileña. El precio de la entrada a la torre se ha mantenido en 5€. La duración aproximada es de una hora y treinta minutos, y comienza con una breve explicación sobre la construcción de la que fue la torre más alta de España (1527). Uno de los objetivos principales en las visitas es mostrar y explicar el patrimonio por lo que la cercanía con el guía y el tiempo destinado acercan a ese fin, deseo expresado desde el primer momento por los miembros del Cabildo.
El recorrido comienza en el primer nivel donde se muestra un audiovisual sobre el incendio de la torre, ocurrido en 1614, y su rehabilitación, y en sus paredes cuelgan cuatro tapices que tejen la historia del general romano, Pompeyo Magno, y a los que se suman otros cuatro paños situados en la Sala del Reloj, sala intermedia entre la Casa del Campanero y el Campanario. La antigua Casa del Campanero, gracias a su cuidada reforma, hace posible imaginar cómo era la vida del campanero y su familia, en unas estancias poco habituales de ver en torres abiertas al turismo. Por último, el tercer cuerpo es uno de los puntos que más atrae la atención gracias a las vistas que ofrece el campanario, flanqueado por nueve campanas.
Uno de los aspectos que levanta siempre preguntas entre los turistas es la planta octogonal y cupulín –“las ocho bolas”- que se alzan por encima del campanario. Estos dos niveles, diseñados por el arquitecto Pedro de Brizuela tras el incendio de la torre, fueron desaconsejados para su apertura debido a lo estrecho de la subida y los escasos metros de plataforma y barandillas bajas, características no seguras para el turismo.
Foto: turistas visitan la torre de la catedral/ catedralsegovia.wordpress.com/