La localidad de Abades, a 15 kilómetros de Segovia en dirección Sur-Oeste, ha convertido su antesala de fin de año en todo un acontecimiento. La celebración de la tradicional ceremonia de las uvas la noche del 30 de diciembre se remonta en la localidad al año 1998. En aquella oportunidad, un grupo de jóvenes de la peña «El apretón» decidieron espontáneamente presentarse frente al consistorio y escuchar las campanadas juntos, algo que no podrían hacer al día siguiente por encontrarse con sus respectivas familias.
En aquella primera edición de tan particular celebración del año nuevo corrió el cava, se comieron polvorones pero no uvas, siendo las aceitunas sin hueso el perfecto sustitutivo para la ocasión. Al año siguiente, con una Asociación cultural ya constituída, y en colaboración con el Ayuntamiento se decidió promover la singular festividad, convocando a todos los vecinos poco antes de la media noche frente al reloj del Ayuntamiento para recibir el año con un día de adelanto. Desde entonces esa fiesta ha ido ganando en vistosidad y participación. Uvas, cava, cotillón, fuegos artificiales, y verbena configuran la base de esta noche de celebración.
Vecinos y cada vez más visitantes se suman a este acto festivo, que ha pasado a convertirse en una peculiar forma en la que los vecinos de Abades reciben el año nuevo. Pero el acontecimiento que vive todo el pueblo con especial fervor no es excusa para que los abaderos vuelvan a tomar las uvas el día 31 de diciembre, cada uno en su casa y rodeado de su familia, como el resto de los españoles.
Foto: Laura Suárez/Flickr.com