Ignacio de Benito Gómez, alumno de 4º de E.S.O del I.E.S Mariano Quintanilla es la firma invitada hoy en segoviaudaz con motivo de la semana que estamos dedicando a los derechos humanos y el periodismo.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes (Art. 5)
Vivimos en una sociedad superficial y egoísta en la que o eres un “superpersonaje” o eres “común” como el resto. En cuanto eres un poco diferente, ya sea por tu carácter, tu físico, tu nivel intelectual, tu posición social, puedes llegar a ser motivo de burlas e insultos.
Esto nos lleva a situaciones muy desagradables dentro y fuera de las clases, crueldad infinita por parte de los que insultan y agreden, desesperación y depresión por parte de las personas acosadas y lo peor de todo, la indiferencia del resto de los compañeros que no dicen ni hacen nada para poder solucionar el problema. ¿Quién somos más culpables……los que maltratan o los que consentimos?.
Según el nº 5 de los Derechos Humanos, “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
A diario escuchamos noticias sobre como una persona tienen que cambiar de ciudad de residencia o en el peor de los casos, como una persona se suicida ante la presión ejercida por compañeros con continuos insultos y vejaciones.
¿Qué es lo que hemos perdido por el camino?. Se supone que vivimos en países civilizados, países donde el desarrollo tecnológico está en continuo movimiento y por el contrario, cada vez estamos más deshumanizados.
¿En qué nos estamos equivocando?. Si eres buen estudiante, eres un pringao empollón. Si no eres un metrosexual, eres un gordo de mierda o algo peor…
Nadie debe de ser maltratado o torturado por ser diferente a lo que un grupo de personas sin escrúpulos y sentimientos pueden considerar “normal”.
En los colegios nos encontramos, con niños que sufren a diario palizas, insultos y… ¿tenemos que esperar a que ocurra una desgracia para actuar?. Entiendo perfectamente a esa madre de Gijón que se ha tatuado el nombre de su hija, junto con un símbolo de infinito. No va a parar hasta que las que fueron las inductoras y culpables del suicidio de su hija, con tan solo 14 años, paguen por todo el daño que la hicieron.
Los avances tecnológicos hacen un flaco favor a este tipo de situaciones, porque lo que antes se limitaba a los insultos en clase o a la salida, ahora es un continuo flujo de frases malsonantes, dibujos, fotos manipuladas por todas las redes sociales (Facebook, Instagram, Tuenti, Twitter, …). La persona acosada no descansa en las 24 horas que tiene un día. Además, estas redes sociales hacen partícipes a todo el mundo que tiene acceso a ellas, no solo como pasaba antes, a aquellos que presenciaban la escena.
Debemos entre todos hacer que este tipo de conductas desaparezcan, entre todos apoyar a aquellas personas que se sienten acosadas y denunciar siempre a aquellos “personajillos” que como distracción se dedican a torturar y hacer infelices a seres humanos.