El director general de Patrimonio Cultural, Enrique Sáiz, prevé confirmar en una próxima visita a las obras si el palacio de Enrique IV de Segovia, adquirido hace casi diez años por la Junta en estado de semirruina, se abre finalmente al turista. Los trabajos de consolidación adjudicados el pasado mes de enero comenzaron al mes siguiente sin que se desvelara todavía hasta qué punto se podrá dar uso al inmueble; aunque la idea va en esa línea, una vez descartada la ampliación del Museo Esteban Vicente, al menos, a corto plazo.

La pinacoteca segoviana de arte contemporáneo ocupa las dependencias que en su día fueran de la reina Doña Juana, planteadas como un palacio independiente y a la vez comunicado con el de Enrique IV, dentro de un inmueble único de anárquica configuración.

«Tenemos pendiente realizar la visita al palacio, y probablemente la haremos ahora que ya han arrancado las obras de la catedral», para ir a uno y otro espacio (separados por apenas 600 metros), según anticipó Sáiz a la Agencia Ical. Los trabajos iniciados hace poco más de dos meses (el acta de replanteo se firmó con la empresa adjudicataria, Lorquimur, el 12 de febrero) «van bien, pero hay que esperar precisamente a ver cómo evolucionan».

«El proyecto prevé una solución final del estado del palacio que compatibilice la adecuada conservación con una mejora desde el punto de vista de la escena urbana (lleva ocho años tapado por un trampantojo) y del propio interior, que vamos a ver si es posible hacerlo visitable», prosiguió el director general de Patrimonio Cultural. «Eso va a depender mucho de lo que las propias obras encuentren a la hora de consolidar unas y otras partes, en función de cómo se vea su estado de conservación conforme avancen», incidió.

 

Podría ser visitable

En cualquier caso, el jefe del departamento de Proyectos, Estudios y Obras de Lorquimur, Ramón López Ruiz, ya apuntaba a Ical, días después del inicio de los trabajos, que la inversión prevista (412.609 euros) no daba para una restauración completa, pero sí para resolver «el principal problema», su consolidación. El palacio «quedará operativo y más o menos atractivo», y señaló que podrá ser visitable si así lo decide finalmente la Junta, porque «no habrá riesgo para nadie». Pero no habitable, ya que «no se quedará como para que, por ejemplo, se pueda poner allí una exposición o unas oficinas», apuntó como ejemplo.

López explicó que «el principal objetivo es que el edificio no se siga deteriorando». Cuando acabe la obra se podrán retirar los estabilizadores de la fachada, la maraña de hierros que se instaló en 2006 para evitar la ruina total del palacio urbano de quien reinara en Castilla entre 1454 y 1474; y también desaparecerán los apuntalamientos del interior. De esta manera, ya de paso, se restablecerá la armonía urbanística del entorno de la plaza de la Reina Doña Juana, enturbiado por un antiestético entramado que, además, supone un coste añadido para la Junta de casi 1.500 euros al mes por la tasa de ocupación de la vía pública que cobra el Consistorio.

«Por dentro también quedará bastante decente», incluido el patio, que está todavía lleno de maleza, si bien «no se va a rematar hasta el último detalle», subrayó el técnico de la empresa murciana de restauración. «Por decirlo de alguna manera, lo que vamos a hacer es curar la herida al paciente, pero no la operación de cirugía estética de después. Arreglaremos los muros, por ejemplo, los sanearemos, aunque no terminaremos de pintarlos como para hacer el acabado propio de una restauración; y también habrá luz, pero no un alumbrado especial, ni existe un proyecto de iluminación monumental previsto para destacar yeserías o artesonados».

‘Técnicamente, la Junta ya avanzó las actuaciones del proyecto de ‘consolidación y puesta en valor’ del palacio de Enrique IV, declarado Bien de Interés Cultural en 2005, cuando lo sacó a licitación en septiembre del año pasado. En concreto, citó “la eliminación del sistema de estabilizadores y de los sistemas de protección de chapa existentes en la actualidad; implantación de un nuevo sistema de cubiertas que proteja los muros y alfarjías del monumento; refuerzo de la estructura actual de alfarjías y muros, mediante un nuevo sistema de madera laminada y policarbonato; reposición de los apuntalamientos existentes en alfarjías; limpieza de fachadas y la protección con revoco de los huecos”.

El resultado final se espera para mediados de septiembre, ya que el plazo de ejecución es de seis meses, pero no habrá que esperar tanto para confirmar si el interior del palacio se incorpora a la larga lista de emblemáticos monumentos que muestran al turista el rico legado patrimonial segoviano.

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