La Asociación de Mujeres de la Unión de Campesinos de Segovia (ISMUR) finaliza la próxima semana en la localidad de Fresneda de Cuéllar, el programa de atención a la población rural Un Medio Rural para Vivir, que se inició el pasado mes de septiembre en el municipio de Narros de Cuéllar y Pinarejos, con el objetivo de generar una conciencia en los pueblos respecto a las riquezas y oportunidades de los mismos, transmitirlas como una auténtica riqueza cultural y patrimonial, y que ha servido también como medio para comprobar la situación real de nuestros pueblos: la carencia de determinados servicios públicos, los recortes en materia de transporte o la atención sanitaria en la voz de sus habitantes, mayoritariamente mujeres de edad avanzada.

 

El transporte entre las necesidades

En este sentido una de las demandas que con más inquietud expresa la población de la localidad de Pinarejos son los ajustes y reducciones que ha sufrido la línea de autobús entre localidades cercanas como Cuéllar, Sanchonuño o Segovia: “Las personas más mayores se ven mal para subir al autobús, y ahora además ha habido una reducción de los horarios de mañana en las paradas para ir a Cuéllar, por lo que en muchas ocasiones nos tenemos que pasar desde las nueve hasta las tres, aunque solo tengamos que hacer una consulta al médico”. Para Ismur la amplitud de servicios de transporte en la franja de tarde no se corresponde con las necesidades reales de la población de muchas localidades, que mayoritariamente necesitan este servicio para consultas médicas o para gestión de trámites y papeles en horario de mañana, por lo que no se justifica este recorte en el servicio de transporte por las mañanas, salvo por motivos estrictamente económicos. Desde el Ayuntamiento de Pinarejos también se está apoyando que la empresa concesionaria del transporte habilite más líneas de autobús en horarios de mañana, pero aún no se cuenta con esta mejora. Esta petición afecta a la mayor parte de la población rural de Pinarejos, que son mayoritariamente personas mayores, ya que apenas cuenta con 8 niños.

 

Nuevas oportunidades: Los recursos propios

Ismur ha destacado como oportunidades de estas pequeñas poblaciones los atractivos turísticos que ofrecen, como el despoblado de Tirados en Pinarejos, la ermita de San Marcos en Narros de Cuéllar o las distintas iglesias parroquiales, muchas de las cuales conservan un gran muestrario de diferentes estilos arquitectónicos en cuyo interior el visitante puede disfrutar de retablos barrocos o de piezas de interés obra de plateros segovianos del siglo XVIII, o de las Lagunas de las Adoberas en Pinarejos o los Arroyos Malucas y Marieles en Narros de Cuéllar, que han favorecido el cultivo de explotaciones agrícolas de regadío

 

La vida actual en Pinarejos o Narros de Cuéllar es actualmente bien distinta a como era hace 50 años, las gentes de estas localidades se han dedicado principalmente a las labores del campo, la agricultura y la ganadería, sectores que atraviesan actualmente una crisis sin precedentes, dentro de estas actividades destacaba la labor del resinero “la mayoría éramos resineros, con eso y con cuatro tierras vivíamos, y también salíamos a segar y a escardar”. Cuando se inició la actividad apenas valía algo la resina, “luego a partir de los años 70 comenzó a tener valor, por lo que íbamos al pinar del Ayuntamiento o a pimpolladas particulares, incluso había mujeres que salíamos a otras provincias como Albacete a resinar, entonces había vecinos, la gente se venía a vivir a los pueblos porque tenían trabajo”. Motivo por el que actualmente se están volviendo a promocionar las labores en el pinar, pese a que se pagan muy poco, pero ya existen vecinos que están arrendando pinares para jóvenes que no tienen trabajo.

 

La despoblación del medio rural

Estas localidades de Tierra de Pinares, que cuentan con una población cercana a los 200 habitantes, que se duplican en los meses de verano, hace años tenían muchos más niños que ahora por los efectos de la despoblación rural, ya que la juventud se ha marchado a otros pueblos más grandes lo que unido a la emigración sufrida hace 40 años en busca de trabajo ha favorecido este descenso de habitantes. Ante esta situación, los habitantes de estos pueblos son y viven felices, están orgullosas de vivir en su pueblo donde llevan toda la vida, por su tranquilidad, sus salidas al campo, los paseos o por motivos más personales como la cercanía y vecindad, las reuniones puntuales o las conversaciones entre vecinos y conocidos que han experimentado una “vuelta al pueblo” de vecinos que un día salieron y ahora han vuelto para hacerse una casa en su pueblo de siempre.

Además a estas demandas, hay que añadir la ausencia total de servicios dirigidos a los mayores en los pueblos, si exceptuamos la atención médica, cuando Segovia cuenta con una provincia cada vez más envejecida y anciana, especialmente en municipios menores de 500 habitantes, por lo que se reclaman Centros de Atención al Mayor en detrimento de Residencias, al manifestar su deseo mayoritario de “vivir en su pueblo”.

Para la ejecución del programa, Ismur ha contado con la colaboración del Ministerio de Sanidad Política Social e Igualdad, los distintos ayuntamientos, la Unión de Campesinos de Segovia y la ONG Colectivo de Acción Solidari.

 

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