El presupuesto de las Cortes de Castilla y León se ha reducido en más de la mitad durante el periodo de la crisis, al pasar de los 36,7 millones de euros que gestionaba en 2007 a poco más de 17,1 millones de euros este año, una merma del 53,19 por ciento que supone una diferencia de 19,5 millones de euros, según informaron a la agencia Ical fuentes parlamentarias.
Este descenso sitúa al Parlamento de Castilla y León entre los más baratos de España. Así, ocupa el último lugar si se tiene en cuenta el número de provincias de la Comunidad y es el sexto que menos cuesta en su relación por habitante, superada por Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía, Valencia y Galicia. Así, cada castellano y leonés aporta una media de 6,72 euros al año para mantener su asamblea legislativa, lejos por ejemplo de los 25,16 euros que cuesta el Parlamento foral a los navarros o los 15,74 a los riojanos.
La disminución registrada en el montante de dinero que perciben los procuradores también es significativa. Así, las cantidades destinadas a indemnizaciones (dietas y kilometraje) ha bajado este año un 20,68 por ciento y el próximo año bajarán otro 2,92 por ciento. Por su parte, los miembros con dedicación exclusiva han visto también como sus emolumentos diminuían un cuarto y pasaban de 93.466 a 68.982, mientras que los de la Mesa y los portavoces lo hacían en un 14,3 por ciento, al pasar de 83.791 a 71.886 euros. Las medidas de austeridad se han completado este año con la supresión de la paga extraordinaria de Navidad para los procuradores con dedicación exclusiva y con la no cobertura de dos plazas de procuradores con dedicación exclusiva que corresponderían al Grupo Popular.