Caja Segovia reclamará a Bankia la cuantía del préstamo de 6.864.000 euros al que hizo frente en julio, y que obligó a hipotecar importantes y emblemáticos inmuebles de la capital segoviana, entre los que figura el Torreón de Lozoya, la Sala Caja Segovia, el Palacio de Villafáñez, el 50 por ciento de un nave del Polígono de Hontoria así como un local comercial ubicado en la calle José Zorrilla, además de un depósito en garantía de 370.000 euros. Los hechos se remontan a 2006, cuando Caja Segovia aprobó una operación inmobiliaria en Gijón que finalmente no fraguó y por la que la Agencia Tributaria reclamó cuarenta millones de euros del impuesto aparte de una sanción de 24 millones más. Tras analizar la operación y reclamaciones con los servicios jurídicos de Bankia, Caja Segovia asumió la deuda con celeridad, lo que suponía una rebaja de la sanción de los 40 millones reclamados hasta los 6,84 a los que, en la actualidad, debe afrontar en un préstamo a diez años por lo que, anualmente, durante el primer lustro, deberán abonar en concepto de intereses 162.000€ anuales. Mientras, según explicaron este martes el presidente de la Caja, Rafael Encinas, y el director general, Fernando Tapias, Caja Segovia reclamará a Bankia y a las entidades que estime oportuno la cantidad hipotecada al considerar que es la nueva entidad, tras la integración de los activos y pasivos, la que debe asumir una deuda que, conforme a las tasaciones y el balance de Caja Segovia, supone es el 32,5 por ciento del inmobilizado de la institución.
Esta situación, explicó Encima, obliga a reestructurar Caja Segovia con el propósito de mantener su viabilidad como futura fundación que, previsiblemente, podría efectuarse antes de concluir 2012. Además, conforme a las explicaciones del presidente, el objetivo inicial es mantener el patrimonio buscando la rentabilidad de numerosas propiedades, algunas tan emblemáticas como el Palacio de Mansilla que, hasta hace meses, albergó la sede del campus segoviano de la Universidad de Valladolid.