La 43 edición del Congreso Nacional de Podología, que se está celebrando estos días en Valladolid, ha abordado entre sus ponencias la importancia del cuidado de los pies de los niños y jóvenes. “Tan solo un 3,5 por ciento de los padres llevan a sus hijos a la consulta del podólogo, y normalmente la visita se debe a que han detectado alguna anomalía, como caídas frecuentes, caminar con los pies torcidos o deformaciones en los zapatos”, afirmó José Luis Muñoz Álvarez, presidente del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla y León.

Las patologías más frecuentes que afectan a los menores que ya caminan suelen estar relacionadas con pies planos, desviaciones de rodilla o dolores de crecimiento, como es el caso de la enfermedad de Sever, que provoca dolor en el talón al realizar actividades continuadas. Por ello, un seguimiento del pie del niño durante el desarrollo, puede ayudar a prevenir problemas futuros, señala un comunicado de prensa.

Los profesionales recomiendan crear un hábito de asistencia al podólogo desde el nacimiento, ya que se podrían detectar problemas antes de que el niño comience a caminar. El calzado para los niños está pensado para una actividad dinámica y constante, por lo que debe ser flexible y elástico, permitiendo el movimiento del pie. Asimismo, el pie ha de estar completamente protegido y sujeto a traves de cordones, cierres de velcro o hebillas, pero dejando libre el tobillo. La correcta elección de la talla es determinante en el desarrollo del pie. Los materiales deben ser transpirables para evitar una sudoración excesiva. Además, se debe evitar el uso de plantillas o suelas correctoras estándar si no es por indicación podológica.

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