La reestructuración del sistema financiero provocará un excedente de plantilla cercano al 20 por ciento, conforme a los cálculos del Sindicato Independiente de Cajas y Afines (CSICA) que, hasta el viernes, celebra su congreso anual en Segovia. Su presidente, Luis Alameda, consideró que esta reestructuración, que concluirá con un mercado único de entre ocho y diez entidades, ha sido “política e innecesaria”.
Ante más de un centenar de delegados sindicales procedentes de todo el país y de la mayor parte de las antiguas cajas ahora inmersas en fusiones frías, Alameda reconoció que el sector ha vivido el “año más duro” y lamentó que la sociedad contemporánea ha vivido “tristemente de un hecho histórico, el fin de las cajas de ahorro”.
“Hemos asistido pasivamente a un proceso que debería haber provocado incluso la movilización social ya que la Obra Social no va a regresar y las ciudades dejarán de contar con programas sociales que ninguna administración podrá acometer en este contexto económico”, destacó tras relatar que las nuevas fundaciones u obras sociales se nutrirán de los dividendos de los nuevos bancos y, sentenció, “algo que no se contempla en este entorno de crisis”.
Según afirmó Alameda, las entidades “no debieran haber perdido nunca su entidad jurídica y su propia entidad” ya que eran “solventes y su labor estaba avalada por el trabajo efectuado durante más de un siglo”. Alameda reprochó las indemnizaciones de los directivos “probablemente son legales pero también inmorales”, dijo haciendo especial hincapié en “el esfuerzo que hemos soportado la plantilla aceptando congelaciones de salarios”.
CSICA, que ahora trabaja en adentrarse en el nuevo entorno financiero y aumentar sus afiliados en el sector de la banca, cuenta en la actualidad con más de 21.000 afiliados en el sector.